El vino sumergido en aguas del Port de Tarragona

Esta mañana de jueves 10 de noviembre se han extraído del agua 200 ánforas y se han sumergido otras 100 ánforas de vino en aguas del Port Tarragona, enfrente del parque subacuático de la Sociedad de Exploraciones Submarinas (SUS).

Una acción que se enmarca dentro de un proyecto vitivinícola que sumerge cada cierto tiempo, vinos, aceites y vermuts del territorio a diferentes profundidades de entre 8 y 23 metros.

Las 200 ánforas que se han recuperado de debajo el agua fueron sumergidas el pasado 21 de noviembre de 2021, fruto de una segunda inmersión de este proyecto y que hoy ha realizado su

tercera inmersión para colocar otras 100.

Esta tercera inmersión en aguas del Port es parte de una iniciativa vitivinícola que lleva a cabo la empresa S’Àmfora, donde sus responsables determinan que la evolución de los vinos debajo el agua en movimiento y con la presión de la profundidad es mucho más rápida que en bodega. Dos meses sumergidos y en ánforas bajo el mar equivaldría a cuatro meses de botella en una bodega en tierra, según esta empresa.

S’Àmfora ya lleva alrededor de una quincena de inmersiones alrededor de todo el territorio. Los vinos sumergidos en la Escullera del Port están a una profundidad de entre 18 y 23 metros. Cada ánfora contiene aproximadamente 0,75 litros de vino, por lo tanto, hoy se han recuperado unos 150 litros aproximadamente. Unos vinos que durante 12 meses han sido ‘moldeados’ por la energía biodinámica, energía de la luna, las mareas, las olas y las corrientes marinas.

Este entorno hace que el vino evolucione de manera positiva en un plazo de tiempo más corto, afectando el aroma, y creando vinos maduros y más redondeados con sabores intensos con una mayor intensidad cromática y aromática.

Xavier Belda, marinero mercante y uno de los impulsores del proyecto detalla cuáles son las conclusiones a que llegan después de tener las ánforas sumergidas durante un año. «Los vinos evolucionan y se refinan antes en ánforas bajo el mar que en las convencionales botellas».

Un viaje al pasado

Este mismo proyecto también sumerja aceites y vermuts también elaborados en el territorio. Belda explica cómo el proyecto tiene también un vínculo con el pasado, un viaje en la época donde el vino era como un derecho fundamental que ni siquiera se prohibía a los esclavos. El responsable de S’Amfora cree que también es trata de una experiencia para los quienes tienen curiosidad al conocer una nueva dimensión de las catas, igual que por aquellos que sienten y crean un vínculo con como los romanos cuando transportaban y disfrutaban y vivían el vino.