Junts se desmarca y deja en el aire su aval al plan «anti quiebra» de Viñuales

Junts per Catalunya, como ya hiciera Esquerra Republicana la pasada semana, se pone a rueda del alcalde Viñuales y esperará acontecimientos para decidir su voto de cara al plan de ajuste económico que impulsa el gobierno del PSC para generar los 14 millones que necesita el consistorio para cuadrar las finanzas municipales.

«El alcalde no tiene, a día de hoy, nuestro voto ni para las ordenanzas ni para el presupuesto. Es esencial que siga negociando esta aprobación con ERC y En Comú Podem», indicó ayer al Diari el portavoz de la formación juntaire, Jordi Sendra. Fuentes del grupo municipal afirman que el objetivo es que en la propuesta final «se arregle la subida del 20% del IBI», así como que «no se cargue todo el esfuerzo en el centro y Llevant», indican los juntaires en relación a las 3.400 zonas de estacionamiento regulado que quieren activarse en Joan XXIII, la Vall de l’Arrabassada, Enric d’Ossó y el pago para estacionar en las playas.

Desde Junts, además, se vincula su voto al posicionamiento final que tenga ERC. «Si se abstienen, nos abstendremos. Viñuales no tiene asegurada ni nuestra abstención ni nuestro voto a favor. Según cómo vaya todo con Comuns y Esquerra podemos decantarnos por el no», aseguran los juntaires. De esta forma, los de Jordi Sendra presionan a ERC para mantener una línea en común y no cargarse sobre las espaldas todo el peso que pueden ocasionar las subidas de tributos y recortes que se están planteando. Ayer, la primera teniente de alcalde, Montse Adan (PSC), indicó en Ràdio Ciutat de Tarragona que «son medidas que no gustan a nadie, pero que son realistas para reconducir la situación con la mínima afectación a la ciudadanía y los servicios públicos».

Solo nueve votos garantizados

A día de hoy, el PSC solo tiene asegurados sus nueve votos a favor, por los siete en contra que suman PP y Vox. En caso de que ERC se posicionara en contra del paquete de medidas, esto obligaría a Viñuales a lograr el «sí» de Junts y Comuns para sacar adelante el plan con un ajustado 14 a 13.

Por contra, si los seis ediles de ERC se abstuvieran, al PSC le bastaría una abstención de los tres concejales Junts –independientemente del voto de ECP– para avalar el plan mediante el voto de calidad del alcalde, ya que el resultado sería de nueve síes (PSC) y, como máximo, nueve noes (los de PP y Vox, además del hipotético no de ECP), con las nueve abstenciones independentistas.

Pase lo que pase en esta votación, Sendra reitera que «no hay ninguna negociación para entrar en el gobierno con el PSC, ni la habrá a corto plazo», a la vez que descarta que en la asamblea extraordinaria del día 23 se vote nada en este sentido. «Solo los concejales del grupo municipales decidiremos, si es necesario, la entrada al gobierno. Ningún artículo de los estatutos de Junts nos obligaría a refrendarlo en asamblea», indica el portavoz juntaire.