Lámparas atadas con bridas, puertas rotas o sin manilla, una ventana que no abre, paredes con humedades... La Associació Gitana de Campclar, que reúne a unos 300 socios, está en pie de guerra para pedir la dignificación del local que el Ayuntamiento de Tarragona les adjudicó hace seis años. Su presidente, Juan Fernández, asegura que en este tiempo solo han podido abrir un año y que actualmente no se están realizando actividades, «que hacen mucha falta en el barrio», por el estado del local. El pasado 21 de marzo, el pleno municipal aprobó una moción, impulsada por En Comú Podem, para hacer las reparaciones necesarias. Solo el PSC, partido en el gobierno, votó en contra.
Consultadas al respecto, fuentes municipales señalan que «desde el Ayuntamiento estamos llevando a cabo un plan de mejora de los locales municipales, puesto que algunos estaban en una situación deplorable, fruto de no haber hecho un mantenimiento correcto en los últimos años. Poco a poco vamos poniendo al día aquellos que estaban más malogrados. El local de la Associació Gitana de Campclar puede tener carencias, pero actualmente no es uno de los locales que se encuentra en peor estado».
