Agosto da sus últimos coletazos y muchas familias vuelven de las vacaciones con el nuevo curso escolar en mente que empezará este 6 de septiembre, consolidando este calendario por segundo año consecutivo. En un contexto de inflación y dificultades económicas, la Generalitat decidió subvencionar con 50 millones de euros el material escolar a través de cheques de ayuda directa de 100 € a cada familia sin distinciones.
Esta iniciativa se ha notado durante todo el verano en los centros destinados a esta actividad. En Abacus Cooperativa, no han iniciado la campaña de promoción escolar hasta este 16 de agosto, sin embargo, aseguran que «se ha notado un aumento en el volumen de ventas desde el junio, cuando se puso en marcha el bono. Así lo detalla la responsable del local de Tarragona, Esmeralda Soler, quien afirma que «la afluencia se ha mantenido alta durante todo el verano». La cooperativa ha conseguido hacer frente a la inflación «avanzándose a los precios y estableciendo buenos pactos con los proveedores», motivo por el cual Soler asegura que «apenas han modificado los precios».
Un momento duro
Sin embargo, esta ayuda ha llegado en un momento difícil para las papelerías de la ciudad, especialmente los comercios más pequeños. Este es el relato de Raúl Vadillo, gerente de PARIS, quien asegura que la venta online y las grandes superficies se han hecho notar en su establecimiento desde hace tiempo. Los bonos de la Generalitat han llevado a muchos clientes a interesarse por su funcionamiento, pero Vadillo relata que «muchos preguntan, pero luego no compran». Aun así, el gerente ha notado un aumento en el ticket medio de sus clientes, ya que su formato obliga a gastar vales de 50 € en un mismo establecimiento, esto ha hecho que las familias «aprovechen para adquirir más material» según Vadillo.
El gerente también lamenta que «la iniciativa ha permitido que las escuelas gestionen directamente los bonos y la venta de material», para Vadillo este hecho «es injusto» porque «son entidades que no funcionan como tiendas».
La ayuda llegó un poco tarde para otro establecimiento de la ciudad, Carlin, quien cerró las puertas de su tienda física el 31 de mayo. David nos explica que han decidido dejar en funcionamiento su almacén en Reus, ya que la tienda había entrado en una deriva de perdida de clientes desde hace tiempo, pese a su excelente ubicación en plena Rambla Nova. Ahora se dedican al suministro directo a escuelas con los planes de abrir un nuevo local de venta en la capital del Baix Camp.