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Más leña al fuego. La concejal Carla Aguilar (ECP) no informó de manera oficial a ningún órgano de Catalunya en Comú sobre su acuerdo con Podem del lunes para plantarse en el «no» y rechazar definitivamente las cuentas del gobierno municipal de Pau Ricomà (ERC) para este año. La edil de la coalición progresista acordó junto a la cocoodinadora local de los Comuns, Elisa Alegre, y el secretario de organización municipal de Catalunya en Comú en la ciudad –Enric Verdú– el ‘no’ al presupuesto de 2022 con Podem, en una reunión que se llevó a cabo este lunes a las cuatro de la tarde, y en la que por la parte morada tomaron parte el secretario de organización municipal, Mariano Pescador, y el portavoz, Toni Carmona.
Una vez finalizado el encuentro –que formalmente no era de la comisión negociadora de las cuentas al faltar uno de los integrantes (Toni Peco)– y ya con la asamblea en marcha en la que la militancia de Podem ratificó su negativa a las previsiones económicas del Consistorio, Aguilar y Alegre enviaron el comunicado de prensa a las 19.30 horas tanto a los medios de información como a los integrantes de la dirección municipal de los Comuns.
«El mandato vigente es el 20-D»
El anuncio de anteayer sorprendió y ha generado un profundo malestar en Catalunya en Comú, ya que Aguilar no había informado a la ejecutiva local de su partido de la reunión con el socio de coalición ni tenía constancia previa de la decisión que se tomó. «No sabíamos nada. Tuvimos conocimiento de su decisión solo dos minutos antes que la prensa», indicó ayer al Diari el cocoordinador local de Catalunya en Comú, Toni Peco, quien recuerda que el mandato vigente por parte de los Comuns es el «sí» al presupuesto. «El 19 de enero, la ejecutiva local ratificó el resultado de la asamblea de diciembre. No ha habido cambios en la postura oficial del partido», indicó ayer el dirigente progresista. Exactamente de la misma manera se expresaron varios de los integrantes de la dirección local del partido, que reiteran que «formalmente», el partido «aún hoy (ayer a última hora) no tiene constancia» de la decisión. En concreto, el pasado 20 de diciembre la asamblea de los Comuns decidió, con un 76% de los votos (19-6), aprobar las cuentas del ejecutivo de Esquerra, Junts per Tarragona y la CUP. «Este es el mandato que aún rige, ya que no se ha convocado ninguna otra asamblea y fue ratificado hace poco por la ejecutiva», indican las fuentes. Pese a ello, la concejal apostó tres días después por el «no», ya que Podem había rechazado las cuentas por un contundente 33-0, lo que daba un resultado global de 39-19.
«Desgaste innecesario»
Ayer, el portavoz del equipo negociador de la mesa de presupuestos por parte del gobierno municipal, Xavier Puig (ERC), se mostró decepcionado con el posicionamiento del exsocio de Esquerra Republicana. «Ha sido un desgaste innecesario. No se hace buena política desde el estómago ni es constructivo hacer este tipo de espectáculos», indicó el edil de la formación independentista, quien también lamentó que «tenían la decisión tomada, ha sido una escenificación. No nos gusta que nos hagan perder el tiempo».
Puig, una pieza clave en los contactos con En Comú Podem, recalcó ayer ante los medios de comunicación que «antes de Navidad, Aguilar nos pidió dejar la negociación para enero. La afrontamos con optimismo y espíritu positivo, y se incorporaron 78 de sus 83 propuestas para ser útiles a la ciudad». Ahora, sin nuevos presupuestos, el concejal de ERC aseguró que el preacuerdo con ECP «queda abierto». «Todo lo que se pueda negociar, lo haremos, ya que son el partido de la oposición con quien tenemos más afinidad. Pero sin cuentas, ya no pueden exigirnos nada. Hablaremos con todos los actores para aprobar los modificativos de crédito porque la ciudad necesita tirar hacia adelante», afirmó el edil. La geometría variable va ganando posiciones en la agenda de Pau Ricomà hasta mayo de 2023.
