El Parc de la Ciutat se ha convertido por unas horas en el epicentro de la vida universitaria de la ciudad. La segunda edición de la Festa Major de la URV congrega a 3.000 personas desde el mediodía de este jueves, hora en que se suspendieron las clases. Está previsto que acabe a las 22.50H.
Pequeños ríos de camisetas de colores han cantado y bailado al unísono. Joan y Sara, alumnos de piscología, celebraban que exista un espacio «donde socializar más allá de las clases». A su lado Laura y Berta, estudiantes de química, se quejaban de que ellas apenas tienen tiempo para fiestas «pero un día es un día», decían sonrientes.
Iolanda Tortajada, portavoz de la comisión organizadora de la fiesta, explica que este año se decidió hacerla en un recinto donde se pudiera controlar el aforo para mejorar la seguridad (el año pasado se hizo en el Camp de Mart). Para ello se pusieron a la venta 3.000 entradas por tres euros. La sorpresa llegó, explica, cuando se agotaron en dos horas y media.
a concurso
Pero el interés por la fiesta no acababa aquí. Cuando se abrieron las inscripciones para los concursos de talentos y de DJ, enseguida se llenaron también... Para la comida popular se vendieron 1.300 raciones.
El rector de la universidad, Josep Pallarès, apunta además que han venido autobuses con miembros de la comunidad universitaria de los campus de Terres de l’Ebre, Vilafranca del Penedès y El Vendrell, por lo que ha sido una oportunidad única para interactuar no solo entre alumnos sino también con profesores y personal administrativo. «Cada uno ha encontrado su espacio».
La fiesta, de hecho, fue organizada por una veintena de voluntarios entre alumnos, profesores y administrativos de todos los campus y cuenta con la coorganización del Ayuntamiento de Tarragona. Todos comenzaron a trabajar desde que terminó la del año pasado «la fiesta todavía se está construyendo y lo que queremos es consolidarla de una manera sostenible y segura», apuntaba Tortajada.
Cuéntame tu camiseta
Este año fueron muchos los que tomaron nota de la idea de hacer camisetas iguales para los alumnos de un mismo grado, al punto que esta vez se organizó un concurso en el que participaron 26. La ganadora fue la de los alumnos de Pedagogía y Educación Social que reza: «La educación es revolución, pero tener un sueldo digno es ficción».
Las más tiraban de humor como la de los alumnos de medicina: «Conmigo una guardia y entras en taquicardia», la de los de biotecnología: «Quien fuera sustrato para tenerte enzima» o los de nutrición: «Ni legumbres ni verduras, esta noche travesuras».