La gasolina alcanza en Tarragona el precio más alto en siete años

Llenar el depósito cuesta 15 euros más que hace un año después de 10 meses de subida tras tocar fondo por la Covid. El transporte provincial, en apuros, alerta de que encarecerá servicios

26 agosto 2021 17:16 | Actualizado a 27 agosto 2021 06:20
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Diez meses de subida constante del carburante han acabado con los precios más altos en los últimos siete años en Tarragona, lo que implica un aumento del gasto para las maltrechas economías familiares pero también poner en apuros a sectores como el transporte, que dependen de esta materia prima. El combustible tocó fondo en mayo de 2020, en pleno confinamiento domiciliario de la primera ola por la pandemia. Algo más tarde empezó la recuperación que se prolonga ahora, en un momento en el que la movilidad, algo ajena a los eventuales empeoramientos de la situación sanitaria, ya registra valores prepandemia. 

En mayo del año pasado, el litro de gasolina valía 1,245 euros de media en Tarragona. Ahora el precio, en plenas vacaciones, se ha disparado hasta los 1,585 euros, un incremento de más del 27%, según datos de esta semana. El gasóleo ha pasado de 0,964 a 1,257 el litro. Supone un 30% más y, lo que es peor para el conductor, no se atisba un final cercano a esta escalada de impredecible desenlace. El impacto se ve mejor con un ejemplo: llenar un depósito estándar de 55 litros de gasolina Sin Plomo 98 vale ahora alrededor de 87 euros, 15 más que hace un año, en agosto de 2020, cuando el dispendio se quedaba en 72, según los datos en Tarragona del Geoportal de Hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Aún era menor, unos 68 euros, si uno hubiese llenado todo el depósito en aquel mayo marcado por el confinamiento, en el que, por otra parte, poco se podía hacer por una pandemia que mantenía aún las principales restricciones de movilidad. 

12 euros más el gasoil
Tampoco lo tiene mejor el sufrido tarraconense que tenga un coche de gasoil: de los 57 euros que valía el ‘lleno, por favor’ en agosto del año pasado a los 69 que cuesta ahora, 12 más. Hay que volver a 2014 para ver un precio más alto acumulado de los principales carburantes en Tarragona. Pero hay que regresar nueve años atrás, hasta 2012, para observar unas tarifas más altas de la gasolina en agosto. 

Los aumentos repercuten seriamente en el transporte. «El carburante es la primera partida de costes de una empresa, sobre todo cuando se trata de vehículos grandes, de compañías tradicionales de rutas largas. Está incluso por encima del gasto en personal, así que cualquier variación brusca, como la que estamos viviendo, supone un terrible desajuste en las cuentas», explica Josep Lluís Aymat, director general de la Federació Empresarial d’AutoTransports de la Província de Tarragona (FEAT). 

La escalada llega en un momento en que la movilidad ha vuelto a valores prepandemia

Aymat considera que «cuando se producen variaciones graduales y pequeñas el mercado va regulándose y los precios de los servicios se ajustan», algo que no está sucediendo ahora para disgusto de camioneros y transportistas en general: « Los servicios no reflejan el alza y muchos de ellos pasan a ser deficitarios, de forma que hay empresas que pasan a una situación de tesorería complicada, porque tampoco se ha tenido tiempo material de renegociar los contratos». 

Recuperación de la demanda
La escalada del precio del crudo, espoleado por la recuperación de la demanda, es uno de los factores. «Unos dirán que influye la reactivación de la economía y que la mayor parte de lo que se paga son impuestos. Lo que afecta sobre todo es que cada vez hay menos petróleo y las empresas oligopolísticas que se pueden beneficiar son dominantes en un gran mercado y se pueden permitir ciertos lujos. Luego están los estados, que no pueden renunciar a los ingresos fiscales», apunta Aymat, exponente en Tarragona de un sector que lo pasa mal por esta coyuntura, pero que no es el único en problemas. 

También las autoescuelas padecen. «Ahora llenar un depósito te puede valer 70 euros y antes con 50 y pico ya tenías suficiente. Molesta porque a la larga es dinero de tu bolsillo», denuncia Carles Oliver, presidente de la Associació d’Autoescoles de Tarragona. El sector se muestra a la expectativa: «Si esto continúa así, es posible que a principios de año algunos negocios se planteen subir los precios. De momento no hay intención, pero no se descarta». 

Las tarifas por las nubes también impiden que una buena parte del sector del transporte de personas, muy maltrecho por la crisis de la Covid-19, pueda levantar el vuelo. Es el caso de los taxistas. «El precio de la gasolina nos afecta de pleno, porque es nuestra materia prima. Intentamos no tocar precios de momento en estos instantes tan difíciles, en los que nos centramos en mantener lo poco que tenemos en este verano que está siendo algo mejor, con un poco más de alegría, después de un invierno tan malo y tan duro», explica Joaquim Olivé, presidente provincial del taxi. «Se habla mucho de la subida del recibo de la luz, que es el servicio básico que se necesita en toda la sociedad, pero a nosotros esto nos afecta mucho también porque cada vez que vas a la gasolinera tienes que dejarte más dinero y lo hace todo más difícil y más en un momento así. Llevo muchos años en esto y nunca habíamos estado tan mal», agrega Olivé. 

Esta deriva afectará a la economía de los hogares que, ávidos de vacaciones y desplazamientos tras 15 meses de pandemia, no renunciarán al ocio. Según la plataforma City Analytics de Endesa, la movilidad ha aumentado estos días un 62% en relación al mismo periodo de agosto del año pasado. El pago con tarjeta en gasolineras de Tarragona ha crecido un 47% en el último mes en comparación con 2020, según la aplicación Pulso de Banc Sabadell. 

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