La infancia reivindica sus derechos en su día más grande en Tarragona

Ayer domingo, 20 de noviembre, se celebraba en todo el mundo el Día Universal de los Derechos de los niños, las niñas y los adolescentes. Una celebración cargada de significado y de motivos, y más en la actualidad. Por eso el tramo superior de la Rambla Nova de la ciudad, entre la estatua de Roger de Llúria y la calle Sant Agustí, se llenó ayer de esos pequeños ciudadanos a los que llamamos futuro. Darles el espacio que les pertenece y reivindicar, con ellos, sus propios derechos. La mañana sirvió también como excusa para reunir las asociaciones de familias de alumnos de los centros tarraconenses en lo que fue su primer encuentro general, organizado por el Institut Municipal d’Educació de Tarragona (IMET). Hasta doce paradas de las asociaciones de familias de diferentes centros organizaron muchas actividades y propuestas para que los más pequeños jugaran y se entretuvieran.

Los niños y las niñas lo tienen claro: «Somos conscientes que nuestros derechos no se respetan y que los disfrutan aquellos que más dinero tienen», reivindicaban los jóvenes del Consell Municipal d’Infants i Adolescents de Tarragona en la lectura del manifiesto en defensa de sus derechos. Y es que la fiesta de la Rambla Nova cogió rápidamente tintes sociales y reivindicativos: los jóvenes remarcaban su «derecho a la salud mental y a la seguridad» en aquellos centros donde hay acoso escolar, así como la importancia de tener acceso universal a psiquiatras y psicólogos sin listas de espera. «Queremos garantir el derecho fundamental a una buena alimentación», por eso pedían que se facilitasen las becas comedor para aquellas familias con pocos recursos, así como un «buen acceso a la educación». Se trata de jóvenes de distintos centros tarraconenses que se ocupaban de pintar un gran mural en la carpa del Consell Municipal d’Infants. «De color azul, que reivindica los derechos de la infancia», recuerdan ellos. Son niños, niñas y adolescentes pero conocen bien el mundo que les rodea y solo piden lo que es suyo. Y nosotros debemos hacerles caso.

De hecho, el primer encuentro sirvió a las asociaciones de familias para darse a conocer al público general y explicar su trabajo. «Establecer canales directos de participación dentro de la comunidad educativa, organizar actividades extra escolares, fiestas y servicios de conciliación, tener canales de encuentro y formación para familias», afirmaba Eugenia Suárez, presidenta de la AFA Teresianes. Desde la AFA de la Escola Saavedra, Ivana Cuña valoraba positivamente el encuentro: «Es un acierto porque podemos enseñar lo que hacemos en el centro».

En una de las carpas más concurridas, cuatro niñas se encargan de llevar las actividades y de orientar a los pequeños que se acercan. Tienen jugos matemáticos, origamis, sudokus, geometría, tangrams y magia, todo relacionado con los números Dos de ellas, Zoe Sarda y Carla Villanueva, aseguran al Diari que «la gente se piensa que las matemáticas son aburridas pero es porque no han jugado con ellas». «En la vida siempre necesitas las matemáticas, son necesarias», recuerdan ellas antes de exhibir con mucha facilidad que también se puede hacer magia con los números. Aun con su edad, es una manera activa de reclamar su puesto en la sociedad y de demostrar que lo valen: «Nos gusta lo que hacemos», aseguran.