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El triángulo que forman Tarragona-Reus-Valls, así como los municipios adyacentes, concentra la mayor incidencia de casos de cáncer de toda la demarcación. Así lo corrobora la monografía El Mapa del càncer a Tarragona 2000-2014 del Hospital Sant Joan de Reus, a partir de la actualización del estudio de todos los casos diagnosticados según el tipo de tumor, el sexo de los afectados y la distribución geográfica.
Según los autores del estudio, la incidencia es especialmente mayor en las ciudades de más de 50.000 habitantes. La principal causa, apuntan, son los factores asociados a una vida más «urbana/industrial» -con mayor prevalencia de tabaquismo, alcohol, sobrepeso o dieta pobre en vegetales- y minimizan la incidencia de la contaminación ambiental.
Elaborado por el servicio de Epidemiología y Prevención del Cáncer del hospital reusense, el nuevo estudio da continuidad al presentado en 2019 centrado en el período entre 1980 y 2009. Según el director de la Unitat del Registro de Càncer de Tarragona, Jaume Galceran, son mapas que permiten observar patrones geográficos para generar hipótesis e identificar patrones de riesgo sobre su evolución.
Los nuevos datos, en este sentido, vendrían a ratificar los resultados que ya se conocían, en el sentido de que la mayor incidencia del cáncer en toda la provincia se concentra en la región sanitaria del Camp de Tarragona, especialmente del triángulo Tarragona-Reus-Valls , bastante por encima de los registros de las Terres de l’Ebre. Unos datos que se relacionan también, con una correlación de patrones bastante elevada, con los datos de mortalidad por esta enfermedad, muy inferior en comarcas como la Terra Alta, la Ribera d’Ebre y el Priorat, principalmente.
Tamaño de la población
En este sentido, una de las principales conclusiones a las que llegan los autores es que la incidencia está relacionada con el tamaño de la población. Así, en los municipios de más de 50.000 habitantes se ha determinado una incidencia un 26% mayor en los hombres y un 15% más en las mujeres respecto a los que no llegan a 2.500 habitantes. Una dualidad entre mundo rural y urbano, según sostienen, que también se observa en mapas como el de la provincia de Girona y que apuntan a otros estudios. En el ámbito estatal, se habrían detectado patrones similares de alta incidencia en la zona norte peninsular respecto al sur.
Los datos también permiten determinar qué tipos de cánceres son más frecuentes en cada zona. Así, en la región del Camp de Tarragona es superior el riesgo de padecer cáncer de esófago (en hombres y mujeres), hígado (en mujeres), páncreas (en hombres), mieloma (en mujeres). Laringe (en hombres y mujeres), faringe (en hombres), pulmón (en hombres y mujeres), próstata y vejiga de la orina (en hombres y mujeres), linfoma no hodgkiniano (en hombres y mujeres), estómago (en hombres y mujeres), testículo, colon y recto (en hombres y mujeres), mama (en mujeres) y tiroides (en mujeres).
Más riesgo de leucemia en Ebre
Por el contrario, en las Terres de l’Ebre el riesgo de sufrir leucemia -en hombres y mujeres- es superior. También es más alto el de melanoma -en hombres y mujeres-, así como ovarios o cuello uterino respecto a otras zonas.
A la hora de determinar posibles factores causantes de esta distribución, los autores del mapa sitúan en un primer nivel a los factores relacionados con una vida más «urbana/industrializada» como explicación principal. Así, apuntan al tabaquismo para relacionar la mayor incidencia en el Camp de Tarragona que en las Terres de l’Ebre de casos de cánceres como el de pulmón, laringe, faringe, vejiga urinaria, esófago y páncreas, sobre todo en hombres.
También recuerdan que muchos de estos casos concretos están asociados a hábitos alimenticios con déficit de verduras y frutas, sobrepeso y obesidad, sedentarismo o consumo excesivo de alcohol. Por el contrario, minimizan el factor de la contaminación industrial en esa ecuación. «Se mezclan muchos factores y la contaminación atmosférica sería un factor pequeño comparado con el tabaco», explicó Galceran, quien apuntó hacia la necesidad de estudios más específicos y avanzados para determinar esta vinculación.
Radiaciones solares
En otros casos, como la elevada incidencia del melanoma de piel en el sur de las Terres de l’Ebre, tanto en hombres como en mujeres, apunta hacia la necesidad de trabajar para reducir la exposición a las radiaciones solares. En cuanto a la leucemia, donde la máxima incidencia se concentra en el Delta de l’Ebre y otros municipios ebrenses, el estudio apunta hacia posibles factores ambientales: «puede ser pesticidas, aunque hoy por hoy la evidencia de asociación entre pesticidas y tumores hematológicos es con linfomas».
La presentación del mapa también ha servido para avanzar una estimación de incidencia de nuevos casos en la provincia de Tarragona a lo largo de este 2022. Los cálculos del servicio de Epidemiología y Prevención del Cáncer del Hospital de Sant Joan de Reus apuntan a 4.965 en total, 2.931 hombres y 2.034 mujeres. Colon, recto y ano -con 843 casos-, mama -612- y pulmón -542- serían los más recurrentes. Galceran ha subrayado el incremento notable de casos de pulmones en mujeres, que ha pasado de no encontrarse entre los diez primeros hace unos años en el tercer puesto actual, por el incremento del consumo de tabaco. Sin embargo, apunta que la supervivencia de los pacientes ha pasado del 39.8% de principios de los años 90 al 56,2% actual -en hombres-, y de los 54,8 a los 64 actuales en las mujeres.
La pandemia
Sobre la incidencia de la pandemia de la Covid-19 en la diagnosis de nuevos casos, Galceran reconoció que ha existido un descenso de las diagnosis, especialmente entre 2019 y 2020 en casos como los programas de detección precoz de cáncer de mama o colon.
En el Hospital de Tortosa Virgen de la Cinta cayó un 10%. En Catalunya el descenso de los diagnósticos de cáncer fue del 14%, según el doctor Josep Maria Borràs, una cifra que en 2021 se recuperó en los niveles de 2019.
Los expertos, sin embargo, piden que habrá que tener en cuenta cuáles serán las cifras de supervivencia respecto a años anteriores, que será «peor» en algunos casos, según reconoció ayer Jaume Galceran, pero que todavía no se dispone de la información para cuantificarlo de forma precisa .
