La mitad de los nuevos empadronados en TGN son extranjeros

La comunidad más numerosa de Tarragona, por mucho, sigue siendo la marroquí, seguida de la colombiana y la rumana. El barrio con más número de población inmigante es Torreforta

03 abril 2022 11:10 | Actualizado a 04 abril 2022 05:52
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El año pasado la ciudad perdió población: pasamos de tener 136.496 empadronados en 2020 a 135.436 (1.060 personas menos según los datos del Idescat). El resumen es que el año pasado en Tarragona murieron más personas de las que nacieron y también se fueron a vivir fuera de la ciudad más personas de las que vinieron.

No obstante, este dato esconde otro en el que se repara con menos frecuencia: entre las 7.171 personas que llegaron a la ciudad el año pasado; 3.965, un poco más de la mitad (el 55%) eran extranjeros. El dato, extraído del padrón municipal, lo destacaba hace unos días la concejal de Nova Ciutadania, Paula Varas, en el balance de su conselleria que todavía no llega a los tres años de creada.

Pero para poner de relieve la diversidad de orígenes que hay en la ciudad Varas prefiere fijarse en el lugar de nacimiento más que en la nacionalidad, porque hay un número importante de personas inmigrantes que llevan años en la ciudad y ya cuentan con la nacionalidad española.

En ese caso puede verse como el 56% de los empadronados en la ciudad nació en Catalunya (45% en el Tarragonès), pero el 22% lo hizo en otra parte de España y la misma cantidad: otro 22%, nació en el extranjero.

Crecimiento exponencial

Igual que en el conjunto de Catalunya, la composición de la población en Tarragona ha sufrido una transformación sustancial en apenas 20 años. Si en 2001 en la ciudad vivían 3.696 personas nacidas en el extranjero (y eran el 3,2 % del total) el 2021 eran 29.088 y representaban el 22%.

Por nacionalidades, la composición sí que ha ido cambiando con los años. No obstante, tanto entonces como ahora, la población marroquí es la más numerosa. En total viven aquí 9.633 ciudadanos con esa nacionalidad.

En el ‘Análisis estructural de la población de Tarragona’ que elaboraba a finales del año pasado la conselleria de Nova Ciutadanía destacaba que entre los inmigrantes marroquíes, a nivel genérico, «es ligeramente superior la emigración masculina que la femenina, siendo un 52,51% de emigrantes hombres frente a un 47,48% de mujeres».

Se trata de una inmigración mayoritariamente joven, en edad reproductiva, donde la pirámide poblacional está ensanchada en la base, ya que hay un importante número de niños menores de 10 años.

Recoge, además, el crecimiento abrupto en la llegada de menores no acompañados en los últimos años «hecho que ha supuesto un desafío a las administraciones de la ciudad para gestionar esta compleja realidad» y reconoce que «ha generado numerosas dificultades de convivencia y de gestión». Señala, no obstante que «a pesar de esta realidad ha cobrado relevancia y visibilidad en los últimos años, no es representativa del perfil de inmigrante originarios del Marruecos en nuestro país».

Después de Marruecos los originarios de Rumanía y Colombia se disputan, a lo largo de estas dos décadas, el segundo lugar de la lista de comunidades más numerosas, aunque a mucha distancia. Actualmente hay 2.859 colombianos empadronados en Tarragona y 2.580 rumanos. En ambos casos es una inmigración más femenina. En el caso de la colombiana hay un 58% de mujeres y en la rumana un 55%.

En los siguientes puestos de la lista hay datos destacables, como el de la comunidad venezolana, la sexta más numerosa. Según los datos del padrón actualmente son 912, pero valga destacar que en 2001 apenas eran 33.

Peculiaridades por barrio

Si se revisan los datos por barrios el que concentra mayor número de personas de origen inmigrante es Torreforta, donde viven 5.415 personas con nacionalidad extranjera. No obstante, si se compara el número de habitantes inmigrantes sobre el total de habitantes del barrio, el que tiene un mayor porcentaje es la Part Alta, donde el 30% de los vecinos son extranjeros. Por contra las urbanizaciones de Llevant tienen un 11» de población extranjera y en la mayoría de los casos provienen del resto de Europa.

La distribución de los inmigrantes por la ciudad, no obstante, es desigual en función de la nacionalidad. Algunas comunidades están especialmente agrupadas. Así, por ejemplo, los marroquíes viven principalmente en Ponent (62%). Los colombianos se ubican mayoritariamente entre el Eixample (zona de la Rambla Nova y de la Plaça Imperial Tarraco) donde viven el 39% y Ponent donde lo hace el 26%. Los rumanos, por su parte, viven más entre el Norte (Sant Pere i Sant Pau, Sant Salvador y Sant Ramon) donde están el 36% y el Eixample (31%). Los chinos viven mayoritariamente en el Eixample (62%).

Romper estereotipos

Varas explica que fijarse en la demografía es importante porque «Tarragona es una ciudad en permanente cambio y que tiene una población autóctona que cada vez tiene menos hijos y está más envejecida, con una pirámide poblacional invertida. Quienes equilibran los nacimientos y la edad de la fuerza de trabajo son precisamente los migrantes». Cree que contar con políticas migratorias adecuadas permitirá «tener más cotizaciones a la Seguridad Social y procurar el pago de las pensiones en el futuro». Considera que hay que atender a la migración como una realidad social en lugar de como una problemática.

Uno de los principales pasos tras este diagnóstico sobre las tendencias migratorias de la ciudad ha sido potenciar el sistema de acogida. Hasta ahora el servicio que se ocupaba de este trabajo, la Unitat Tècnica d’Immigració, dependía de Serveis Socials y desde octubre del año pasado pasó a formar parte de Nova Ciutadania, con lo que se espera que sea una puerta de entrada más amplia y no solo para los usuarios de Serveis Social.

Varas cree que también hay que desterrar «el mito de que todos los que emigrantes tienen problemas económicos o son pobres. Siempre ha habido inmigración por distintas razones, por estudios, por mejorar la calidad de vida, por amor... La población migrante es una fuerza económica que aporta al desarrollo de la ciudad. También hay un aporte intelectual, cultural, de investigación, de creatividad...»

Además de este servicio, que realiza sesiones individuales y grupales sobre el conocimiento del entorno (derechos y deberes, idioma...) y distintos trámites, se ha promovido por primera vez la Taula Intercultural. En el organismo participan y tienen voz 52 asociaciones de migrantes de la ciudad.

También se ha puesto en marcha, desde hace pocos días, un punto específico de información para demandantes de asilo.

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