Los supermercados piden calma y garantizan los alimentos

Faltan en Tarragona tomates o judías por el bloqueo de camiones en el sur pero llega todo el género local. Los suministros, garantizados

18 marzo 2022 12:22 | Actualizado a 20 marzo 2022 19:10
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Tarragona padece problemas de desabastecimiento puntuales y de productos específicos, como tomates, pimientos, pepinos o calabacines. Esta parte de la alimentación escasea entre los mercados de mayoristas y también en los mismos puntos de venta, pero la situación, por el momento, no va más allá. Se trata de verdura que llega fundamentalmente desde Andalucía y que, debido a la huelga, está encontrando problemas para recalar aquí por el bloqueo de camiones en la ruta. 

«A nivel de Tarragona y Catalunya la huelga está influyendo muy poco y hacemos vida normal. Sí que hay escasez de todo lo que llega de Andalucía, sobre todo de Almería, porque hay más problemas de los camiones para subir. Hablamos sobre todo de toda la verdura de la campaña de invierno, tomates o pepinos, por ejemplo, pero también de judías que proceden de Marruecos pero que entran por Andalucía y también se están encontrando con dificultades en el sur», dice Jordi Escrivà, presidente de la Associació de Majoristes Mercat del Camp, principal equipamiento al por mayor, ubicado en La Canonja, junto a la T-11. 

El máximo responsable de la instalación llama a la calma: «Podemos ir y venir a Barcelona sin problemas, tampoco hay inconvenientes con la frontera francesa, ni con la verdura de proximidad, ni del payés de aquí, porque la huelga en Catalunya tiene una incidencia nula». Escrivà también admite que «la fruta llega con normalidad», aunque «la escasez afecta en los supermercados, donde por ejemplo los tomates son difíciles de encontrar». De la misma manera, la situación puede ser rápidamente reversible. «En el momento en que se solucione, en 24 horas estará restablecido el suministro por completo», indica Escrivà. Mayoristas, transportistas y supermercados garantizan el aprovisionamiento de alimentos pese a los obstáculos logísticos.  

Josep Lluís Aymat, director general de la Federació Empresarial d'AutoTransports de la Província de Tarragona (FEAT), considera que «la situación no es preocupante, aunque la afectación es desigual». En Tarragona, afecta a «determinados productos de horticultura, a fruta o a la verdura de invierno, aunque el sector, mayoritariamente, sigue proveyendo a la sociedad de lo que necesita». 

«Mensaje de tranquilidad»

Aymat cree que «la situación es muy cambiante» y admite «una carencia puntual de productos» que no debe alarmar al consumidor. Supermercados y transporte no dejan de lanzar mensajes de calma para que no se repita lo que sucedió la semana pasada, en la que un audio corrió por las redes sociales, alertando en un bulo de desabastecimiento. 

Eso fue lo que provocó una compra masiva y dejó algunas estanterías vacías. «Todas las plataformas garantizan los stocks correctos, incluso en estos días se han podido recuperar tras lo que pasó la semana pasada. No se puede dar credibilidad a según qué mensajes que solo generan el caos. Hay que dar un mensaje responsable de tranquilidad y confianza», indica Aymat.

Pimientos, pepinos, calabacines o berenjenas, entre el género con más dificultades

La FEAT, la patronal del transporte en Tarragona, se ha posicionado en contra de los parones, a pesar de que padezca una gran parte de los agravios que la motivan. «Tenemos una responsabilidad ante nuestros clientes y ante la población. La situación de crisis provocada por la energía es general, todas las empresas de la economía real tienen una situación gravísima pero lo último que necesitan es que les cerremos el aprovisionamiento y la distribución. Eso podría suponer un golpe aún más duro», cuenta Aymat. 

El máximo representante del sector en Tarragona llama a la serenidad del consumidor y también a los compromisos de las empresas. «Tenemos herramientas legales, con la aprobación de la cláusula del gasoil, para repercutir en los precios el incremento de costes y hay que evitar realizar servicios que no cubran esos gastos. El decreto legal ya se puede aplicar y tiene la convalidación del Congreso», dice Aymat. 

La cámara baja dio luz verde ayer, sin votos en contra, al Real Decreto-ley 3/2022, de medidas para la mejora de la sostenibilidad del transporte de mercancías por carretera y del funcionamiento de la cadena logística, que incluye también el procedimiento de revisión excepcional de precios en los contratos públicos de obras.

A su vez, Aymat, desde la FEAT, emplaza «a las fuerzas de seguridad a que intervengan cuando sea necesario atendiendo a la obligación de garantizar la libertad de movimientos y de trabajo» y censura «las tácticas violentas» empleadas en algunas situaciones para evitar que otros transportistas hagan el trabajo. En ese sentido, el Gobierno comunicó ayer que ha movilizado a más de 15.000 agentes para «reprimir las actuaciones violentas» que están teniendo lugar en las carreteras durante las movilizaciones convocadas por la Plataforma en Defensa del Sector del Transporte.

«No queremos histeria»

Por su parte, Florenci Nieto, presidente de Pimec Comerç en Tarragona, reconoce que «en Catalunya el parón no nos está afectando mucho», aunque admite preocupación: «Si esta huelga a nivel español dura muchos días más, siempre hay el peligro de un contagio y de que se agrave la situación. Hay muchos productos que llegan de fuera y que comienzan a escasear. No queremos que haya pánico ni histeria entre la gente, pero sí tenemos preocupación». Nieto cree que es fundamental solucionar la situación: «Solo faltaría que, después de lo que hemos pasado con la Covid-19 y el impacto de la guerra, ahora venga esto a castigar a la pequeña empresa y a las familias». 

La frutería Sedano, en el Mercat Central de Tarragona, ya nota esa escasez: «De Andalucía, sobre todo de Almería, no llega nada, y de Barcelona solo lo que se puede. Es un poco justo lo que tenemos. Lo que más cuesta que llegue es la judía, el pimiento rojo, la berenjena o el calabacín». 

Ton Gené, de Fruites i Hortalisses Ton, en la calle Florenci Vives de Tarragona, quita hierro a las carencias: «Afecta poca cosa, porque yo me muevo mucho con la huerta del Camp de Tarragona, que es Riudoms o Cambrils. Un 80% viene de ahí. Puede haber un 20% restante que proceda de fuera y que puede dar más problemas, como los tomates o las berenjenas. No estoy preocupado». 

Llamamiento a la calma

En Les Millors Fruites, una tienda en Reus, el impacto por el momento está siendo mínimo. «Yo trabajo con mucho género del Camp de Tarragona. Quizás a las grandes plataformas lo que pase con la huelga en otros lugares más alejados les perjudica más, pero a mí no, quizás por trabajar con producto más de proximidad», relata Josep Maria Civit. 

En algunos supermercados, no preocupan tanto los suministros como evitar una alarma innecesaria entre la clientela. Joan Poch, responsable de un súper Coviran en la calle Pont i Gol de Tarragona, ha optado por colgar un cartel limitando la venta de leche a una caja por cliente: «No estamos notando muchos problemas, por ahora recibo los encargos con normalidad, quizás cuesta que llegue más la fruta, pero en previsión de que se cree psicosis entre la gente he preferido limitar algún producto para que se compre de forma racional». Pasó la semana pasada con diferentes artículos, incluido el aceite de girasol, un bien que sí se ha visto afectado directamente por la guerra de Ucrania. Diversas cadenas también han restringido la adquisición de garrafas o botellas.

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