Marjorie Machado: «La cosa no es que haya mujeres en política, sino que sean feministas»

Química igualitaria. Nací en 1983 en Tarragona, en el Joan XXIII.  Vivo con mi compañero y tenemos un perro. Soy licenciada en química e hice el máster del profesorado. Trabajo en una multinacional. Me gusta bailar y hago twerking

03 marzo 2019 13:26 | Actualizado a 03 marzo 2019 13:31
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El colectivo feminista Fridas nació hace un año y ha conseguido aglutinar a un grupo heterogéneo de mujeres, algunas muy jóvenes, y también de hombres. Estos días, en vísperas del 8M, están desbordadas de peticiones de los medios de comunicación que les dedican una atención que no se equipara, ni de lejos, a la que les prestan el resto del año. Marjorie Machado es una de las fundadoras y basta hablar con ella un rato para ver que el apasionamiento es una de sus señas de identidad. 

¿Hacía falta un colectivo feminista en la ciudad?
Siempre hace falta. Es verdad que en Tarragona ya existía desde hace muchos años una red, pero aun así nunca es suficiente. Cuantas más mujeres organizadas, mejor. 

¿Todavía les toca explicar que el feminismo no es como el machismo pero al revés? 
A todas las mujeres nos toca explicarlo en nuestras familias, nuestros amigos, nuestro trabajo... Sobre todo les duele mucho que se llame feminismo. Te dicen ¿por qué no se llama igualismo? Para el 8 M hemos hecho camisetas que ponen «ni michismi ni fiminismi». Por las redes sociales se ha hecho famosa esta expresión que es como hacer la burla infantil cuando alguien te dice algo y quieres burlarte y lo repites pero con la i... Estamos hartas, el feminismo es la lucha por la equiparación de derechos y sí, por desgracia todavía hay que explicarlo. 

He entrevistado a mujeres que luchan por la igualdad que hacen la salvedad: ‘pero yo no soy feminista’. ¿Por qué tiene tan mala fama la palabra?
(Resopla) Sí, nosotras también nos encontramos con una mujer que está en un puesto de decisión relacionado con la igualdad que nos decía que no es feminista... ¿Por qué escuece tanto? Creo que porque muchos hombres se sienten interpelados con esa palabra... Lo que hay que condenar es la violencia contra la mujer en lugar de centrarnos en por qué se llama feminismo. 

¿Hay hombres en el colectivo?
Sí, Fridas es un colectivo mixto donde todas las identidades sexuales y de género son bienvenidas. 

«Estamos hartas, el feminismo es la lucha por la equiparación de derechos y sí, por desgracia todavía hay que explicarlo»

¿Les han llamado feminazis?
Sí, a todas. 

Vienen elecciones municipales. ¿Qué pedirían a quienes se presentan a la alcaldía?
Una de las cosas que más pedimos es inversión en educación; que haya en todos los centros educativos una comisión feminista y que haya profesorado formado. Ya hay muchos sitios donde se están organizando pero hace falta que sea obligatorio. 

¿Qué más?
Que las calles sean seguras, en Tarragona hemos tenido un inicio de año terrible. Pasa en todas las ciudades, pero cuando te toca tan cerca... Ha habido agresiones de una violencia tremenda y luego el acoso callejero, que está a la orden del día. Muchas mujeres incluso lo hemos naturalizado, como si que nos piropeen y nos persigan por la calle fuera normal. 

¿Qué piensa de las listas cremallera en política?
Las cuotas en los partidos tienen una parte importante de imagen. Si hay mujeres en las listas esa parte de la imagen la tienen cubierta, pero el hecho de que sean mujeres no quiere decir que sean feministas. Lo interesante es que las mujeres que estén allí lo sean. Hay que conseguir que esas caras sean también voces.

«El acoso callejero está a la orden del día... Lo hemos naturalizado, como si que nos piropeen y nos persigan por la calle fuera normal»

Decía que hemos tenido un año nefasto en asesinatos y agresiones machistas. ¿Qué está fallando?
Que haya pasado aquí es algo fortuito. La violencia contra las mujeres está sustentada y legitimada por un sistema... Hay más denuncias, pero lo que se denuncia no llega al 20% y todavía hay gente que quiere poner el foco en las denuncias falsas... Lo que falla es el sistema.

¿Por qué cuesta entender que la violencia no comienza con el golpe o con un asesinato?
Las agresiones, la violencia directa, la violación, el asesinato; todos los condenamos, incluso muchos hombres a quienes les da grima la palabra feminismo. El problema es que no identificamos de dónde viene. La agresión es la punta del iceberg, pero lo que está debajo es lo que sustenta esa punta. Una de ellas es el amor romántico tóxico. No nos referimos a las velitas, sino a que llevamos años de aprendizaje en los que hemos sido las princesitas bajo el yugo de nuestro padre que no nos deja salir del castillo y nos viene a rescatar un príncipe y lo dejamos todo para irnos con él... Aunque todos los cuentos ya no son iguales, ese mensaje ha calado. 

«La violación, el asesinato; todos lo condenamos, incluso  hombres a quienes les da grima la palabra feminismo. El problema es que no identificamos de dónde viene»

Y hay violencia entre adolescentes. ¿Qué hacemos mal?
Por eso es superimportante que haya una comisión feminista en los centros educativos, porque todavía se siguen reforzando estos mensajes en que te dicen que los celos son normales, que es normal que te controlen. Luego es importante lo que ven en casa. Los jóvenes hacen lo que pueden con los referentes que tienen. 

En muchas casas las madres llevan todo el peso de la conciliación. 
El trabajo de cuidados recae en toda la familia, no en uno que hace y el otro que le ayuda. Tenemos que olvidarnos del ‘mi marido me ayuda, qué suerte tengo’.

Hay estudios que dicen que las niñas comienzan pronto a cuestionarse su valía académica. ¿Qué se puede hacer para que eso cambie?
Llenar la cultura de referentes. ¿Qué niño o niña quiere ser como tal mujer? Todas y todos hemos querido ser astronauta como este, o inventor como aquel... ¿Quién tiene de referencia a una mujer? 

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