‘Paladars tarragonins’ es la aventura gastronómica de su vida

Comida, solidaridad, redes sociales y cheese cakes. Con esta combinación explosiva nada puede ir mal. Justo este es el secreto de la pareja protagonista de hoy: Laura Vargas-Machuca, periodista de 29 años, y Mario Castellanos, de 31 e ingeniero. Ambos, vecinos del barrio de Sant Pere i Sant Pau de Tarragona, emprendieron una aventura en septiembre de 2020. Una aventura llamada Paladars tarragonins. Se trata de una página de Instagram que muestra recomendaciones de restaurantes. Empezó en clave tarraconense, pero actualmente ya ha traspasado fronteras, pasando por Reus, Cambrils y Salou, llegando incluso a Madrid. También se pueden ver en la página algunas recetas.

Todo empezó tras el confinamiento. «Echábamos de menos un perfil, estilo Tripadvisor o El Tenedor, dirigido al público joven. Veíamos que mucha gente iba a cenar, fotografiaba el plato y lo colgaba en redes. El problema es que son páginas personales y es difícil encontrarlas luego», explica Laura, quien añade que «lo que finalmente nos hizo decidir a tirar adelante el proyecto fue el hecho de ayudar a los restauradores, quienes habían pasado una temporada cerrados por la Covid y lo estaban pasando muy mal». Laura Vargas-Machuca es el 50% de Paladars tarragonins. Desde entonces, el perfil de Instagram ha conseguido cerca de 5.000 seguidores.

Laura y Mario, que son pareja, visitan una o dos veces por semana restaurantes. Intentan pasar desapercibidos para que ni cocina ni camareros actúen distinto que con el resto de comensales. «Cada vez es más difícil poder mantener este anonimato. Nos ven haciendo fotos y vídeos y nos preguntan», explica Laura, quien añade que «lo seguimos intentando y, como muestra, nuestra foto de perfil, en la que apenas se nos reconoce».

Hacen fotos, vídeos, escriben recomendaciones y, en ocasiones, se atreven con los sorteos. Después lo suben al Instagram. Lo que más abunda en su perfil son los cheese cakes, conocidos también como pastel de queso. «Somos unos fanáticos de este postre e intentamos probarlo allá donde vamos», explica Vargas-Machuca, quien añade que «nos hace mucha gracia porque hay seguidores que, cuando prueban alguno nuevo, nos avisan y nos etiquetan». El feedback con los que están al otro lado de la pantalla es máximo.

Laura y Mario no viven de este perfil de Instagram, pero reconocen que les ha salido algún que otro trabajo gracias a este hobby. «A veces, les gustan vídeos que hago y me piden uno. Eso ya va con mi formación de comunicadora», explica Laura. Como anécdota, hay restaurantes que han puesto el nombre de Paladars tarragonins a algunos de sus platos. Como una hamburguesa de Kinder Bueno de la Cantonada, o un pan de focaccia de una conocida panadería tarraconense.

Trato, limpieza y silla

Laura asegura que Tarragona cuenta con una buena oferta de restaurantes donde elegir. «La ciudad se ha puesto las pilas y no tiene nada que envidiar a Barcelona. Hay establecimientos muy variados, de kilómetro 0 y cocina mediterránea», explica Laura, quien añade que «por no hablar de cómo han crecido los restaurantes asiáticos en la ciudad».

La pareja, a la hora de recomendar a través de Instagram, da mucho valor al trato que reciben. «Hay restaurantes en que la comida no nos ha gustado tanto, pero nos han tratado tan bien que volvemos», dice Laura. La limpieza y que la silla sea cómoda son otros de los elementos importantes.

Otra de las cosas en las que se fija esta pareja es en la historia que hay detrás de cada una de las personas que les atienden. «Creamos un vínculo muy especial con ellos, incluso de amistad. No solo valoramos un plato, sino una historia», apunta la protagonista, quien asegura que últimamente está detectando un aumento de jóvenes emprendedores que se atreven a abrir su propio negocio en la ciudad.

Laura y Mario quieren seguir adelante con este proyecto que endulza la vida a todos los que lo seguimos.