Polémica y cambios en la procesión del Viernes Santo

Cuando quedan poco más de cien días para la jornada del Viernes Santo, las cofradías de la Setmana Santa tarraconense ponen sobre la mesa la posibilidad de modificar el recorrido de la procesión del Sant Enterrament. El problema, según la mayoría de las congregaciones, es que el tramo de la Rambla Nova queda descafeinado. No quedan apenas espectadores –es tarde– y los portants de los misterios ya están agotados después de más de tres horas de recorrido. Las entidades proponen cambios para hacer más atractivo el acto central de la festividad religiosa por excelencia. Pero los organizadores de la procesión, la Reial i Venerable Congregació de la Puríssima Sang de Nostre Senyor Jesucrist –entidad popularmente conocida como La Sang–, no están dispuestos a eliminar el tramo de la vía principal de la ciudad. Así que la polémica entre organizadores y el resto de cofradías está servida.

El debate está candente desde hace muchos años. Pero ha aumentado el grado de intensidad al ver como se va reduciendo el número de personas que deciden salir a la calle para ver la procesión. Cabe tener en cuenta que el recorrido, actualmente, dura unas tres horas y media –desde que sale el paso hasta que vuelve a llegar a la Plaça del Rei–. Algunas congregaciones tienen la necesidad de buscar alternativas y proponer medidas para que el evento recupere su público habitual. Prueba de la pérdida de espectadores es que, el año pasado, tan solo se vendieron 32 de las 1.800 sillas que la Agrupació d’Associacions de Setmana Santa de Tarragona pusieron a disposición del público.

Es por esto que las congregaciones que participan en la procesión piden cambios a los organizadores. Algunas de ellas creen que la solución pasa por acortar el recorrido, otras opinan que sería interesante ahorrarse algunas calles donde las terrazas de los bares están llenas de gente hablando. La Sang, por su parte, asegura que es complicado poder modificar el recorrido, debido al número de imágenes que actualmente participan en el evento.

Hace unos diez días, el pasado 16 de diciembre, organizadores y participantes se reunieron en la Casa de La Sang –calle de Natzaret–. Uno de los temas a tratar era justamente los posibles cambios en el itinerario. La Agrupació d’Associacions de Setmana Santa de Tarragona –entidad que aglutina todas las cofradías de la ciudad– siempre ha dejado claro su posicionamiento. «Mi opinión es que la procesión no debe perder la solemnidad que siempre la ha caracterizado, pero debemos incorporar elementos del siglo XXI, hay que actualizarla de una vez por todas», asegura Francesc Seritjol, presidente de la agrupación, quien añade que «sería interesante hacer un acto más atractivo para recuperar al público e invitar a que los tarraconenses participen, ya sea con el misterio a hombros o con el cirio en la mano». Para Seritjol, acortar la procesión, eliminando el tramo de la Rambla Nova, sería todo un acierto.

En la misma línea está Ferran Torner, vicepresidente de la Reial Germandat de Jesús de Natzarè. «Nuestra intención es siempre mejorar en lo que se pueda la Setmana Santa de Tarragona y creemos que revitalizarla es necesario», asegura Torner, quien coincide con el resto opinando que la asistencia de público se ha visto reducida en los últimos años. «El hecho de eliminar el tramo de la Rambla Nova no servirá solamente para encoger la ruta. También irá bien para que los espectadores se concentren en los puntos más emblemáticos del recorrido, como son los del casco antiguo», explica Torner, quien tiene claro que el reto para todos es «volver a enganchar a la gente a la Setmana Santa».

La propuesta de Sedassos

Algunas congregaciones proponen alternativas para obviar la parte de la Rambla. Una es esta: al llegar a la Baixada Misericòrdia, en lugar de continuar dirección calle Portalet hasta llegar a la Plaça de la Font, la propuesta es cortar por la Plaça dels Sedassos a través de una plataforma para evitar las escaleras. Los pasos continuarían por la calle de Sant Domènec y, al llegar al Ayuntamiento, girarían a mano izquierda para incorporarse a la Plaça de la Font. «El Palacio Municipal quedaría entonces a la espalda de los misterios y la foto sería chulísima», apunta Jordi Mallol, presidente del Gremi de Marejants. Finalmente, la procesión recorrería la calle Cós del Bou, para encararse a la última subida, la de la Baixada de la Pescateria. «De esta manera, perderíamos unos 400 metros, lo que sería tres cuartos de hora», asegura Jordi Mallol.

Por otro lado, Raül Font-Quer, presidente del Gremi de Pagesos, opina que «no se trata de alargar o acortar el recorrido, es más bien un problema de falta de respeto en determinados tramos de la procesión, como por ejemplo, en la Plaça de la Font o en la Rambla Nova. Los bares están abiertos y la gente haciendo jarana en las terrazas. Yo eliminaría estos dos tramos». Font-Quer reconoce que en la junta que dirige hay diversidad de opiniones al respecto y añade que «tengo claro que quien decide es La Sang. De hecho, agradezco que nos hayan dado la oportunidad de dejarnos dar nuestra opinión, aunque no sea vinculante».

«La Rambla da carácter»

Por su lado, La Sang ya estudió la posibilidad de acortar la ruta y, finalmente, comunicó al resto de congregaciones que la propuesta no era viable. «La Rambla Nova da carácter al evento y es una zona muy importante de la ciudad. Siempre hemos pasado por allí», asegura Josep Ignasi Boada, subprefecto de la Reial i Venerable Congregació de la Puríssima Sang de Nostre Senyor Jesucrist, quien añade que «no son tantos quienes apoyan la propuesta». Además, Boada explica que «si obviamos el tramo de la Rambla, la llegada a la Plaça del Rei todavía será más caótica que ahora. Cuando llegue el primer paso, aún quedará por salir media procesión». A modo de apunte, La Sang lleva 470 años organizando este acto.

Este año, el recorrido sufrirá una pequeña modificación. La entidad la comunicó el pasado 16 de diciembre al resto de cofradías. Hasta ahora, los pasos que pasaban por la Rambla Vella se topaban de frente con los misterios que ya habían acabado y eran trasladados hasta la iglesia de Sant Agustí –también en la Rambla Vella–. Era entonces cuando, los que iban de vuelta se medio olvidaban de que aún había cofrades procesionando. Es por esto que La Sang ha decidido modificar la ruta y, a partir de este año, los pasos, al llegar a la Rambla Vella, subirán por la calle Portalet, girarán a la derecha dirección calle Trinquet Nou y se dirigirán a la Baixada de la Pescateria, para acabar el recorrido en la Plaça del Rei.