Los viajeros que utilizan el servicio de autobús para ir a la estación de Camp de Tarragona tan solo pueden pagar el billete en efectivo o mediante un bono de transporte integrado. Esto a menudo constituye un problema, sobre todo para los viajeros que llegan de fuera, que desconocen que sin dinero en metálico no podrán adquirir el pase. Y es que, a la imposibilidad de pagar con tarjeta de crédito, se le suma que la terminal no dispone de cajero automático, lo que constituye un quebradero de cabeza para los que están acostumbrados a viajar sin dinero en el bolsillo.
«Llegué sin efectivo y no sabía qué hacer. Nunca llevo dinero encima, pago con el móvil en todas partes y la verdad es que no se me ocurrió que podría necesitarlo. Al final tuve suerte, porque una chica vio lo que me estaba pasando y se ofreció a ayudarme. Suerte del bizum», explicaba hace unos días Pilar Sanjuan.
Jordi Sanz es de Lleida y acostumbra a pasar las vacaciones y algunos fines de semana en la segunda residencia de la Costa Daurada. «Yo también soy de los que voy todo el día sin dinero y me pasó que llegué y no podía pagar el bus. Por suerte iba con mi hijo de nueve años que llevaba unos eurillos para comprarse alguna cosa. Desde aquel día antes de salir de casa me cercioro de que podré pagar el billete».
El autobús –tanto desde Tarragona y Reus como desde los principales municipios de la Costa– con la estación de Camp de Tarragona lo ofrece la empresa Plana. No obstante, esta compañía expone que «es un servicio integrado dentro de la Autoritat Territorial de la Mobilitat (ATM), por lo que tenemos que utilizar su tecnología. No podemos elegir la maquinaria de los autobuses y la que hay no permite pagar con tarjeta».
Cuando en 2008 se tiró adelante la integración tarifaria este es un aspecto que no se contempló, por lo que tendrá que esperarse hasta que se renueve esta tecnología para permitir esta opción. Así lo argumenta el Departament de Territori de la Generalitat, quien expone que «el pago con tarjeta de crédito no está contemplado prácticamente en ningún servicio de transporte interurbano por carretera».
El departamento que lidera Ester Capella explica que será cuando se implante la nueva T-Mobilitat –prevista para 2025– cuando podrá incorporarse esta modalidad de pago.
La empresa reconoce que la problemática afecta principalmente a los viajeros «esporádicos» que llegan a Camp de Tarragona. «Los asiduos tienen la T-10, que les sirve para todo el año y que pueden comprar en la taquilla de la estación de Tarragona, donde no hay este problema ya que allí pueden pagar con tarjeta», argumenta el gerente de la compañía, Josep Albert Vallcorba.
Pantallea con los horarios
Este recuerda como en los primeros años de funcionamiento de la terminal de alta velocidad, la ATM tenía un punto fijo de información y venta en La Secuita, que acabó cerrando. «También hemos pedido un panel de pantallas para que los viajeros, igual que tienen las llegadas y salidas de los trenes, también tengan a su disposición los horarios de los autobuses, pero no hay manera», expone.
«Dentro del ATM estamos atados de pies y manos», reconoce Vallcorba. Prueba de ello es la conexión que esta misma compañía ofrece con el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona- El Prat. En este caso, junto a los andenes la compañía ha instalado una máquina expendedora que sí admite el pago con tarjeta de crédito.
La Secuita estudia pedir una ayuda Next Generation para el futuro parking
En diciembre de 2021, el Grup d’Anàlisis Territorial i Estudis Turístics (GRATET) publicó una encuesta según la cual el 39% de los viajeros de esta estación utilizaba el autobús de línea para el desplazamiento entre este punto y su alojamiento. Esta cifra se había disparado respecto al sondeo realizado en 2014, cuando este porcentaje era del 16%.
La encuesta también ponía de manifiesto que la «consolidación» de la llegada del alta velocidad al territorio, así como la liberalización del sector que ha permitido reducir los precios de los billetes, ha convertido esta terminal en una puerta de entrada para los turistas. De hecho, desde el Patronat Municipal de Turisme de Tarragona ya se impulsó en 2021 la primera campaña específica en Madrid para captar a turistas de escapada gracias a la alta velocidad. No obstante, estos viajeros esporádicos son los principales afectados por déficits como este.
¿Y el parking low-cost?
En paralelo, los usuarios habituales siguen aparcando en el descampado de los alrededores que les evita tener que utilizar el parking, a falta de opciones más económicas. Desde el Ayuntamiento de La Secuita se sigue adelante con la tramitación urbanística, que debe permitir la implantación de una superficie low-cost, en las inmediaciones de la terminal.
Según explica su alcalde, Eudald Roca, ahora se está llevando a cabo la modificación de las normas subsidiarias urbanísticas que deben permitir el desarrollo de este proyecto, después que «ya hemos pasado los informes medioambientales, por lo que prevemos que a partir de ahora todo vaya rodado».
La administración local también está estudiando si el proyecto podría acogerse a las ayudas de los fondos europeos Next Generation. El hecho de que sea una inversión que debe facilitar que la ciudadanía deje el vehículo privado, a favor del tren, es uno de los aspectos a favor. Asimismo, el Ayuntamiento de la Secuita quiere cubrir la parte de arriba con paneles solares, lo que puede contribuir a que el proyecto sea visto con buenos ojos, teniendo en cuenta que las ayudas europeas precisamente quieren promover estos valores.
«Tendremos que pedir asesoramiento externo para poder hacer toda la tramitación porque es complicada, pero vemos que es una actuación doblemente atractiva», indica Roca. Esto podría ser el detonante definitivo para tirar adelante una inversión que se calcula ascenderá al millón de euros.
