Después de seis años ya son miles los alumnos de escuelas e institutos (y más recientemente turistas) que han jugado al mEduTarraco en el móvil. La mecánica es sencilla: en el juego, que se abre por temporadas (actualmente no está disponible) hay distintos escenarios que convierten la ciudad en una especie de tablero virtual. la peculiaridad es que es necesario estar a menos de 20 metros para poder responder las preguntas. En cada punto hay que resolver cuatro preguntas de historia, geografía, actualidad... En algunos casos las preguntas son de simple observación o implican hacer algún cálculo, para lo que hace falta estar sobre el terreno. Los resultados van apareciendo en un ránking.
El contenido del juego ha sido desarrollado por un grupo de docentes voluntarios (desde primaria a universitarios) de diferentes niveles y nació con la idea de dar a conocer la ciudad de Tarragona. Participan el Ayuntamiento de Tarragona, el Departament d’Educació, la red mSchools, la URV e Itinerarium, entre otros.
Xavier Suñé, miembro del equipo de mEduTarraco, explica que ahora se ha querido dar una vuelta de tuerca a la idea y conseguir que sean los propios alumnos de diferentes niveles quienes elaboren los contenidos originales que versarán sobre la ciudad en la época medieval porque «tenemos que revertir la idead de que Tarragona no tiene importancia más allá de la época romana».
Los alumnos, protagonistas
En total se han interesado una veintena de escuelas e institutos no solo de Tarragona sino de otros municipios de la demarcación. Así lo explica Judit Ferrándiz, técnica del Institut Municipal d’Educació, IMET, de Tarragona, que trabaja en la coordinación de los centros. La mayoría de los que participan han venido expresamente algún año a la ciudad para jugar.
En este nuevo tablero habrá 30 nuevos puntos que los centros se repartirán para trabajar. Los alumnos se encargarán de investigar sobre cada punto, además de aportar imágenes y vídeo de creación propia. Sobre cada punto crearán cuatro preguntas que pueden estar categorizadas en lengua, matemáticas, ciencias naturales, ciencias sociales, música, arte y tradiciones. «La idea es que los alumnos ya no solo vengan a jugar, sino que sean protagonistas de su propio aprendizaje», explica Suñé.
Los materiales que creen los alumnos serán verificados por los docentes del equipo y por expertos. La idea es que el juego esté disponible el curso que viene.
Para ir abriendo boca los organizadores han lanzado algunos retos para irse poniendo en situación: «¿Sabías que la ciudad fue dada en 1129 a un mercenario normando llamado Robert Bordet? o que «¿la Catedral tiene le claustro más grande del mundo de todo el siglo XII?».
