Repsol ha extendido en lo que va de año las mediciones de la calidad del aire al Polígon Sud de Tarragona con el objetivo de cubrir integralmente todo el territorio donde lleva a cabo su actividad. Una vez analizados los resultados de la experiencia piloto de mediciones que se impulsó en 2018 en el Polígon Nord, la compañía ha decidido extender el modelo en el lado sur, tras el encuentro que mantuvieron hace unas semanas los alcaldes del Campo de Tarragona con el presidente de la compañía.
Con esta ampliación, Repsol quiere tener monitorizados los componentes del aire en los municipios de todo el ámbito del Camp de Tarragona. Se trata de un paso más hacia un modelo de transparencia con la ciudadanía y de colaboración con las administraciones del territorio para garantizar un mayor conocimiento y una posterior mejor gestión de las emisiones de compuestos orgánicos volátiles.
Gracias a la nueva medida impulsada, las poblaciones de La Canonja, Vila-seca y los barrios del Serrallo, Torreforta, Campclar y Bonavista disfrutarán de un modelo de control del aire similar al del Polígon Nord. Estos municipios se suman a los que ya forman parte del Informe-Observatori de la Qualitat de l’Aire, que recoge y analiza los componentes orgánicos volátiles en el Camp de Tarragona, desde el 2018. En total este año se han instalado 26 puntos de medición en 13 poblaciones: El Morell, La Pobla de Mafumet, Constantí, Puigdelfí, Villalonga, Alcover, Valls, Tarragona (San Salvador, El Serrallo, Torreforta, Bonavista, Campclar), La Canonja, Vila-seca (La Pineda), Reus, Barcelona y Prades.
El director del Complex Industrial de Repsol, Josep Francesc Font, ha destacado el paso adelante en la voluntad de transparencia de la empresa: «No se trata sólo de cumplir con las exigencias de la normativa ambiental, se trata de ser autoexigentes y tener absolutamente monitorizado nuestro entorno más cercano». Font ha añadido que «el compromiso de la compañía con el Camp de Tarragona no se refleja sólo en la creación de riqueza y puestos de trabajo, sino también en reducir al mínimo posible el impacto ambiental de las actividades».
La ampliación de los controles en la zona sur también permitirá profundizar en el conocimiento de la calidad del aire. El método para medir los componentes orgánicos volátiles y determinar la buena calidad del aire ha sido recientemente validado por la revista Science of the Total Environment. El método de evaluación ha sido creado por científicos de la URV y de Eureca.