Sant Magí, el pequeño milagro de hacer que la gente baile

Más allá de algún momento en que la velocidad aumenta, lo cierto es que el ball pla (una forma de baile tradicional por parejas) a simple vista no parece muy difícil para los principiantes. Aunque para bailar en público falta, como no, superar el miedo al ridículo y tener cierto nivel de autoconfianza.

Y este fue justo el pequeño milagro que obró ayer Sant Magí en algunos elegidos que se encontraban en la Plaza de la Font y que dejaron la vergüenza a un lado: desde niños y abuelos (los extremos de edad estaban muy presentes), hasta un turista en chanclas que no desistió de bailar pese a que en algún momento casi pierde el calzado.

Ayer fue el día elegido por los miembros del Esbart Dansaire de Tarragona para compartir, con todo el que quiso apuntarse, el Ball Pla de Sant Magí. Josep Lluis Peñalver, miembro de la entidad, explicaba que durante las fiestas los tarraconenses ya están acostumbrados a verles bailar, y ahora el reto es que la gente se sume. «No es difícil, basta con atreverse y seguir al que tienes delante», insistía. Una mujer que no sabía de qué se trataba pero se quedó a ver decía entusiasmada que le recordaba a los bailes de los Bridgerton (la serie de Netflix).

El baile comenzó a hacerse en el Portal del Carro hace unos diez años a petición de la Confraria de Sant Magí que había visto cómo se hacía en otras localidades que comparten el mismo santo patrón. Hace cinco años, no obstante, el Esbart fue un paso más allá con la creación del propio Ball Pla de Sant Magí de Tarragona. La coreografía es de Maria Del Claustre Fà y la música de Adrià Ortiz.

Cuenta Peñalver que como el Portal del Carro comenzaba a quedarse pequeño, ya el año pasado decidieron realizar el baile también en un sitio más grande.

Una cincuentena de personas entre miembros del Esbart Dansaire y ciudadanos que habían asistido a ensayos previos, fueron ayer las encargadas de animar a los presentes hasta que la rueda inicial se fue haciendo más grande. Con unas camisetas azules en las que podía leerse «Si ets al ball, has de ballar» entre el grupo estaban Bruna, Joana, Marta y Jordina, todas quinceañeras que están en el Esbart desde los 4 y 5 años. Sonrientes decían que poder bailar con más gente es toda una experiencia.

Otros escenarios

Previamente las grallas y los timbales se habían dado cita en la Plaça de les Cols en el concierto Les músiques del concurs. No quedó sitio en las escaleras de la Catedral para escuchar a las tres collas premiadas en el apartado musical del Concurs de Castells: Grallers Xiquets de Reus, Grallers i Timbalers de la Colla Vella dels Xiquets de Valls y Gralles i Timbals dels Xiquets de Tarragona (los organizadores). Los músicos se pasearon por un repertorio de lo más variado, desde piezas tradicionales al Waka Waka de Shakira.

Pero igual que en los días previos el otro gran escenario de la fiesta desde la mañana hasta entrada la madrugada fue el Camp de Mart, donde se programaron en un solo día 16 actividades. La oferta de La Imaginada incluía desde un mercadillo de artesanía hasta talleres para todas la edades e intereses, música y espectáculos. Hoy será el último día de La Imaginada de este año.