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Roma ha inundado Tarragona. La ha inundado y la ha devuelto a la antigua Tarraco, aquellos tiempos en que los romanos, esclavos y soldados poblaban la ciudad. Parece que la presencia de la primavera, con su tiempo deliciosamente inestable, se ha instalado finalmente en la ciudad, acompañada de los primeros turistas más mañaneros. Centenares de visitantes sustituyen a los romanos, pasean por la ciudad y se sorprenden del festival que llega a todos los rincones. Y lo hacen a pesar de algún incívico que decide cargarse los paneles informativos. Estos días Tarragona desprende patrimonio por todos los lados.
Tarraco Viva estrenó ayer su primer fin de semana con un sábado lleno de actividades al aire libre, con especial presencia en los monumentos. Los tradicionales monólogos del festival, protagonizados por personajes romanos y con un público de pequeño formato (no más de treinta y poco personas), aprovechan el regalo de las murallas, al abrigo de turistas que pasean. Un responsable del mantenimiento de aguas, una médico y un agente inmobiliario romanos se encargan de las primeras hordas de espectadores y atraen indiscutiblemente su atención.
En la Antiga Audiència, Rafael López-Monné protagoniza el segundo pase de la nueva propuesta del festival, ‘Viatges al món antic’, con el que transporta a los espectadores a Pompeia. No somos tan diferentes de los romanos, a los que también les gustaba sentarse alrededor de una mesa a comer y beber buen vino, concluye uno escuchándolo, cosa que siempre es un placer. Aunque el diga que es solo «un aficionado».
El Port entra en escena
La pulsión de la vida que llega con la primavera se extiende por primera vez al Port de Tarragona, que participa este año en Tarraco Viva como un espacio más del festival. El espacio ante el Museu del Port fue el escenario de algunas recreaciones históricas que se intensificarán hoy domingo. A lo largo de la mañana de hoy el Port se convertirá en el punto neurálgico del festival, destacando la recreación de gladiadores que ha preparado la Associació Cultural Gesta Gladiatora, a partir de las 13:15h, ante el Museu del Port.
En todos lados, el público parece satisfecho y con ganas de aprovechar al máximo la presencia del festival, aunque para algunos sea solamente con la excusa de visitar los monumentos. Para otros, es el momento que han estado esperando todo el año y que les ha traído desde lejos. En definitiva, Tarraco Viva ha llegado a la ciudad y pocos se han quedado al margen. Gran cantidad de los actos con asistencia plena, lo que demuestra que la apuesta, por ahora, parece muy segura.
