El Ayuntamiento de Tarragona, a través del Servei Municipal de l’Habitatge i Actuacions Urbanes (Smhausa), ha invertido desde 2020 un total de 3.815.726 euros en la compra y rehabilitación de viviendas, mediante la fórmula de tanteo y retracto. Esto ha permitido la adquisición de 65 pisos que se han incorporado al parque público dedicado a emergencia habitacional, el cual busca poder garantizar un techo para las familias más vulnerables, que han sido víctimas de un desahucio o tienen dificultades para pagar un alquiler.
«En este caso, vamos muy de la mano de los Serveis Socials, que son los que tienen identificadas las necesidades», indica el presidente de Smhausa y concejal de Urbanisme del Ayuntamiento de Tarragona, Nacho García Latorre.
Habitualmente son pisos vacíos, que pueden ser propiedad de un banco y que puntualmente salen a la venta, de forma que se ofrece a la administración la posibilidad de poder adquirirlos de forma prioritaria. Esto permite, por un lado, movilizar los pisos vacíos y, por el otro, evitar posibles problemas de ocupaciones.
El edil socialista explica que, en casos «puntuales», también pueden ser pisos que ya tienen inquilinos y se les ofrece regular su situación, con un contrato de alquiler para que no tengan que abandonar el hogar.
Desde que en 2020 se habilitó la primera partida de 500.000 euros dedicada a la creación de un parque público, desde la administración local se han multiplicado los esfuerzos para dar una respuesta a esta necesidad. Para este 2025 se incluyó en los presupuestos dos millones de euros, lo que deberá permitir seguir haciendo nuevas adquisiciones, con su correspondiente puesta a punto.
García Latorre explica que uno de los aspectos que siempre se tiene en cuenta es que estos pisos se encuentren repartidos en los diferentes barrios de la ciudad para evitar que se concentren. «A veces decimos que no para evitar que toda la vivienda destinada a emergencia social esté en una misma zona». La Part Alta, la Part Baixa, La Floresta y Campclar son algunos de los barrios en los que Smhausa tiene repartidas algunas de estas propiedades.
Una de las últimas adquisiciones se encuentra en el barrio de Bonavista. Es el caso de un bloque de viviendas ubicado entre las calles 40 y Dos, que era titularidad de la Sareb, aunque nunca había sido habitado desde que acabó su construcción en el año 2012. Desde hace algún tiempo permanecía tapiado, después de que se hubieran registrado diversos intentos de ocupación.
En este caso, Smhausa pagó la cantidad de 130.00 euros para la compra de un bloque entero con cinco pisos, de una o dos habitaciones. Tras formalizarse la compraventa, la empresa municipal activaba la segunda fase de la operación, que es la que hace referencia a la rehabilitación. Con todo, la inversión global alcanzó los 380.000 euros.
Encontrar bloques enteros no es tarea fácil. De hecho, según explica el presidente de Smhausa «cada vez es más difícil encontrar pisos de tanteo y retracto y estos cada vez son más caros». También son más costosas las reformas, lo que ha obligado a incrementar una partida que cada vez se agotaba antes.
Muestra de ello, en el año 2021 pudieron comprarse y rehabilitarse quince viviendas con una partida de 838.921 euros; tres años más tarde, el número de operaciones fue de doce y la cantidad invertida superó los 906.000 euros.
