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El sector turístico de la Costa Daurada y de las Terres de l’Ebre se encuentra inmerso en una Semana Santa lo más parecido a las vividas antes de la pandemia de la Covid-19, con unos niveles de ocupación muy elevados y, en algunos casos, rozando el lleno.
Según la Federació d’Empresaris d’Hostaleria Turisme de la provincia de Tarragona (FEHT), el público es de proximidad y familiar, concretamente catalán, vasco, navarro y, en menor medida, francés. Unos visitantes que –aunque hace días que han empezado a llegar– se espera a partir de hoy en su máxima afluencia, coincidiendo con los días de fiesta que vienen a partir de mañana, Jueves Santo.
Javi y Wendy son algunos de los turistas de proximidad que se han escapado estos días hasta las comarcas tarraconenses para disfrutar de unos días de descanso. Esta pareja de Badalona llegó ayer al Hotel Estival Park, donde estará hasta mañana, Jueves Santo. «Había venido por aquí hace años y me gustó, así que no me ha importado repetir», explicó Javi al Diari, además de añadir que «después de dos años de pandemia teníamos ganas de poder disfrutar de unos días de descanso, y este destino está muy bien porque nos queda bastante cerca de Badalona».
En cuanto a la ocupación, los hoteles de la costa prevén llegar al 80%, mientras que los campings esperan llenar el 85% de las plazas. Las previsiones son más optimistas en el Delta de l’Ebre; la Associació d’Empresaris Ecoturisme apunta a que se han reservado el 90% de los alojamientos para los días fuertes de la Semana Santa.
Los empresarios del sector turístico tanto de la Costa Daurada como de las Terres de l’Ebre coinciden en tildar la situación como de cierta «normalidad». La eliminación de las restricciones sanitarias que afectaban a la movilidad en los últimos dos años han tenido un efecto positivo a la hora de realizar las reservas.
Por el contrario, este año, dos de los factores que más han determinado la elección del destino de las vacaciones han sido la climatología y el calendario escolar, tal y como ha asegurado el portavoz de la FEHT, Xavier Guardià.
La llegada del buen tiempo ha tenido una incidencia directa en las reservas en el Delta de l’Ebre, según la vocal de la asociación Ecoturisme, Montse Callau, quien ha explicado que la tendencia de reservas ha cambiado en cuestión de dos semanas y se han incrementado notablemente, una situación que responde a la llegada del buen tiempo y que les hace encarar este inicio de temporada turística con «ilusión».
En cuanto al interior de la demarcación de Tarragona, los datos de ocupación turística son más altos que en la costa. Así lo destaca la presidenta de la Associació de Turisme Rural de la Terra Alta, Pilar Miró, quien señala que del Jueves Santo al Lunes de Pascua, los alojamientos de la comarca estarán llenos al 95%. «Tenemos una sensación de normalidad porque en la zona de la Terra Alta, la ocupación en Semana Santa siempre es muy alta. En los dos últimos años, a raíz de la pandemia, aumentó la demanda. Los datos son similares a años anteriores» , explica Miró.
Aunque la mayoría de visitantes han esperado a esta semana, especialmente a partir de hoy, para desplazarse hasta los hoteles, campings y alojamientos rurales de la provincia de Tarragona, desde el pasado fin de semana ya pudieron verse algunos. Desde la junta de la Associació de Càmpings de la Costa Daurada i les Terres de l’Ebre cifraron esta avanzadilla de turistas en un 15% del total que se esperan que lleguen durante estos próximos días a los campings de la demarcación. En el caso de la Terra Alta, el pasado fin de semana ya había un 80% de los alojamientos llenos.
La pandemia del coronavirus no ha cambiado el perfil del turista que habitualmente visita la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre durante la Semana Santa En este sentido, se espera que buena parte de los visitantes sean familias provenientes del área metropolitana de Barcelona, así como vascos, navarros y aragoneses.
En menor medida, también está previsto que llegue algo de público extranjero. Principalmente, se trata de ciudadanos franceses, ingleses e irlandeses que aprovechan las conexiones aéreas con el Aeropuerto de Reus.
