Los vecinos del Barri del Port amanecieron este fin de semana con carteles de afectación al tráfico por el repintado de diversas zonas naranjas alrededor del Carrer del Mar. La noticia produjo indignación en la Associació de Veïns del Barri del Port al «no haber sido bien comunicada» y ha motivado una pequeña concentración. De hecho, durante estos días, muchos de estos carteles informativos han sido arrancados.
Quizás por la lluvia, solo una decena de vecinos han acudido a esta llamada, aunque Mari Carmen Puig, presidenta de la asociación, reconoce que «algunos residentes están a favor de la zona verde». No por ello, Puig considera legítima su protesta, criticando que «solo se acuerdan del barrio para recaudar» y «no solucionan los problemas estructurales de este».
Según detalla la presidenta, este cambio «puede suponer un problema para el comercio», que no podrá aparcar con una tarifa de residente.
Esta opinión dista de la expresada por la presidenta de Aparcaments Municipals de Tarragona, Sonia Orts, quien considera que «la medida se lleva a cabo en beneficio de los vecinos y el tejido comercial del barrio».
Según Orts, «la zona naranja no favorece la rotación» y esta medida «agilizará la movilidad». La presidenta de la asociación vecinal no comparte la idea, y considera que, en todo caso, «se podría establecer una tarjeta de residentes para el comercio».
Puig explica que se reunió con la regidora de barrio, Montse Adán, y manifestó la visión contraria de la asociación hacia este repintado. Ahora, explica sentirse «decepcionada por la falta de comunicación que ha tenido el Ayuntamiento».
Más allá de la cuestión de las plazas de párquing, la protesta supone también un primer enfrentamiento de la asociación vecinal con el nuevo gobierno. La presidenta remarca que «el barrio está muy degradado y se han hecho muchas promesas que se han quedado en nada». Puig pone el foco en cuestiones como la suciedad o el incivismo, que considera «endémicos en el barrio».
Ahora la asociación no descarta seguir adelante con las protestas si no ponen remedio a sus demandas, asegurando que es «mucha gente la que está indignada con la gestión del barrio».
En total serán unas 200 plazas de este distrito las que cambiarán de color, ubicadas entre las calles Mar, Lleó, Reial, Vapor, Castaños, Castellarnau, Misericòrdia y Rebolledo. A estas hay que sumarle otras 90 plazas en Enric Ossó que también serán repintadas durante esta semana.
No obstante, habrá que esperar a que la situación meteorológica permita los trabajos, ya que, de momento, no se han podido llevar a cabo por la lluvia.
Dentro del paquete de medidas, el Ayuntamiento incrementará 60 plazas de zona verde en las calles Covadonga y Joan Roig, en torno a la antigua prisión.
