Aprende a ahorrar en energía con estos trucos infalibles

Varios consejos esenciales para que tus facturas de luz y de gas bajen considerablemente de precio.

28 mayo 2019 11:28 | Actualizado a 28 mayo 2019 11:32
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Muchas personas se echan a temblar cuando firman el contrato para dar de alta la luz en el hogar. Los gastos de electricidad y gas a veces aumentan muy por encima de lo que se estimaba en primer lugar, haciendo que se pague mucho más de lo que se debería.

Pero existen métodos para ahorrar en energía en el hogar. Pequeñas costumbres que se pueden implantar en el día a día para que, poco a poco, veas cómo ese gasto se va reduciendo y a final de mes ahorras un poco más, o mucho más.

Si quieres saber cómo ahorrar en luz y gas en casa, has llegado al lugar idóneo, porque te vamos a dar los consejos que necesitas para recortar estos gastos.

Cómo ahorrar en luz y gas en casa

Seguramente no haya pasado mucho tiempo desde que diste el alta gas en tu domicilio, y estés viendo cómo tus facturas están moviéndose en unos números que no te gustan nada tanto para esta como para la electricidad en tu hogar. ¿Quieres ahorrar al máximo? En ese caso, presta mucha atención a lo que vamos a decirte a continuación y comienza a ponerlo en práctica cuanto antes:

Cuida el uso de la calefacción

Cuando llega el frío, o incluso el calor, tendemos a excedernos con el uso de los climatizadores o de las calderas. Si ocurre con estas últimas, entonces la factura del gas comenzará a dispararse sin que te des cuenta.

No necesitas aumentar tanto la temperatura, ni tampoco disminuirla tanto, para disfrutar de algo cómodo y agradable. Con mantener algo que se mueva en torno a los 21 grados en invierno y los 24 grados en verano, ya estarás consiguiendo un ahorro importante, y sin renunciar a la comodidad en el hogar. Algo tan sencillo, pero a la vez, con unos resultados muy notables.

Desenchufa cualquier aparato que no uses

Hay algo que no conocen todos los consumidores, y que se debe tener muy en cuenta: el consumo silencioso. Este no es más que lo que consumen todos esos aparatos que dejamos apagados, pero que permanecen conectados a la corriente.

Numerosos estudios han demostrado que un 10% del gasto en consumo de las facturas energéticas procede de estos aparatos, por lo tanto, si quieres restar esa cantidad para ahorrar más, no lo dudes nunca. Desconecta todos los aparatos que no se estén utilizando para que el consumo no aumente y, así, podrás reducir un poco más el total de factura a fin de mes.

¿De verdad necesitas esa potencia?

En muchas ocasiones, los hogares tienen una potencia de luz contratada mucho más elevada de lo que necesitan. Es cierto que en casas donde se tengan electrodomésticos como las vitrocerámicas o los lavavajillas, una combinación de ambos con un radiador o un horno hace que, como mínimo, se necesiten entre 4 y 5 kW contratados.

No obstante, en otras viviendas se puede recurrir a algo más económico. Cada 1,20 kW contratados al año suponen un gasto de 50 euros anuales, algo que puede repercutir considerablemente en el pago mensual. Echa un vistazo y comprueba si puedes cambiar para ahorrar.

Prueba con las tarifas de discriminación horaria

Las tarifas de discriminación horaria forman parte de las propuestas que muchas empresas energéticas están haciendo en los últimos años, y son algo a lo que se puede sacar muchísimo partido. Gracias a ellas, es posible establecer horas en las que el consumo tiene un gasto nulo, lo que las convierte en ideales para cosas como encender lavadoras, cocinar o poner secadoras.

Por supuesto, en estas tarifas es habitual que el gasto del consumo aumente ligeramente fuera de las horas indicadas. Pero, si se usa con cabeza, se le puede sacar muchísimo partido.

El agua caliente no siempre es necesaria

Tendemos a usar el agua caliente más de lo que realmente la necesitamos. No son pocas las personas que acuden a ella cada vez que tienen que fregar los platos, los cubiertos y/o la vajilla en general, y lo cierto es que muchas veces no es siquiera necesario.

Evidentemente, en casos de grasas y aceites sí es buena idea recurrir al calor para conseguir una mayor limpieza; pero, en el resto de situaciones realmente no hace falta. Recurre al agua fría más veces y verás cómo tu factura de gas también se reduce bastante.

Si tomas en cuenta estos hábitos y los pones en práctica, verás cómo comienzas a ahorrar bastante más y llegas a fin de mes sin miedo a mirar estas facturas. Son pequeños gestos, pero que poco a poco suman para acabar restando en el importe total a pagar. Llévalos a cabo y verás los resultados.

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