Bares de Barcelona con encanto

Recopilamos los mejores bares de tapas de Barcelona donde los turistas más exigentes se dejan seducir por los platillos más suculentos del lugar.

Barcelona es la ciudad más cosmopolita de España y la ciudad española que más turistas recibe cada año, en 2017 más de 18 millones de extranjeros se pasearon por la ciudad condal.

La ciudad cuenta con innumerables bares, restaurantes y locales de ocio. Cada vez más los turistas tienen en cuenta la gastronomía y quieren probar lo típico local.

Existen guías de ocio y cultura de Barcelona de habla inglesa, como Miniguide, que son un referente para el público extranjero y que por qué no, a los locales también ayuda a encontrar bares de tapas y platillos variopintos.

Para paliar el calor veraniego de la ciudad nada mejor que dejarse caer por cualquiera de estos bares de la ciudad condal y tomar algo bien frío, ¡hay opciones para todos los gustos!

• Bar de vinos en el Eixample: Pepa Pla

Pepa Pla, la última incorporación a la familia de restaurantes Pla, se centra en la simplicidad. Todo está preparado crudo, marinado, a la parrilla o sopleteado.

Su menú mezcla sabores tradicionales con influencias internacionales. Los comensales pueden elegir entre platos como una ensalada verde simple pero deliciosa; un sándwich de pulpo, algas y romesco; un panqueque salado okonomiyaki japonés con foie; o guisantes, calamar y salsa chimichurri argentina. Combina con un vino natural de una pequeña bodega catalana y termine con un brioche de chocolate derretido y merengue regado con un mini porrón de vino de postre Ratafia.

El local también debe ser saboreado. Pepa Pla se encuentra en una antigua librería, donde el encanto se ha conservado en el piso original de baldosas, ladrillo visto y librerías de madera. Si tienes la suerte de coger una de las pocas mesas traseras, disfrutarás viendo a los chefs trabajar en la cocina abierta.

• Bar con historia en el barrio de Gracia: Gata Mala

Uno de los pocos bares de tapas de Barcelona que conserva la verdadera tradición de las tapas. Una teoría sostiene que las tapas se originaron en Andalucía, con la "tapa" como una rebanada de pan con jamón o queso que se usaba para cubrir una bebida para protegerla de las moscas. En Gata Mala, obtienes una tapa gratis con cada bebida.

Ubicado en las profundidades de Gràcia, este bar de barrio no tiene menús, todo está en la pizarra. A menudo solo hay espacio para pararse. Pero siempre está lleno, sobre todo con la gente de aquí. El personal trata a sus clientes como amigos. La experiencia es sin lujos, pero la comida es para morirse. Se recomiendan sus berenjenas, ensaladilla rusa y entraña. La cerveza, perfectamente servida, está helada.

Abriendo temprano y cerrando tarde, aquí tendrá problemas para gastar más de 15 € por cabeza.

• Bar moderno en Poble Sec: Malamén

Desde 2015, la calle Blai en Poble Sec, amada y a la vez detestada por sus numerosos bares que sirven pintxos de bajo costo, ha sido bendecida con un punto culinario para calmar su hambre: Malamén Bendita Bodega.

No dudes en descubrir este bar con su glamouroso estilo de los 70. El lugar es propiedad de la pareja Humberto y Daniel y la cocina, que sirve aperitivos, tapas y cenas, está dirigida por el chef sueco David Elfstrand. No te pierdas su ensaladilla rusa con eneldo, croquetas de temporada, huevos estrellados y crema quemada cubana.

También encontrarás varias opciones veganas en el menú. El maridaje perfecto a sus platos son sus cervezas artesanas Naparbier o Terra.

¡Deja al lado los pintxos de Carrer Blai por una noche y descubre Malamén!

• Bar en el Raval: Raó

Se abrió el pasado mes de mayo, pero Raóse  está estableciendo rápidamente como una visita obligada. Raó, evidentemente, es “razón” en catalán, y hay tres de ellas que apuntalan lo que ofrece este punto de acceso gastronómico:

Primero los productos locales y de temporada son los preferidos aquí para crear delicias modernas basadas en una selección de platos locales mediterráneos y tradicionales; segundo es un espacio elegante y acogedor ubicado; y por último su personal es experimentado y enérgico, con un servicio excepcional.

La cocina abierta muestra a sus cocineros preparando platillos catalanes, perfectos para compartir. Elija entre pata de pulpo a la parrilla con patata cremosa, pimentón y emulsión de aceituna Kalamata; mejilla de cerdo alimentada con bellota y cocinada a fuego lento con compota de manzana verde; o burrata ahumada, calabaza confitada con salvia, vainilla y escarola roja, entre otros.

Piérdete por los bares de Barcelona, déjate seducir por sus sabores y descubre la gran carta gastronómica que la ciudad ofrece a turistas y locales.