Audrey Doré, Millor Sommelier de Catalunya

La sumiller del Restaurant Celler Can Roca es la primera mujer que gana el concurso. Quedó finalista del concurso, junto con Robert Tetas y Ferran Vila. La edición de este año del certamen, organizado por l’Associació Catalana de Sommeliers (ACS), se celebró en el hotel restaurant Villa Retiro de Xerta

11 julio 2017 06:21 | Actualizado a 15 febrero 2019 18:46
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Ocho aspirantes y un solo ganador. La sumiller Audrey Doré (Restaurant Celler Can Roca) ha ganado la edición de este año del concurso Millor Sommelier de Catalunya 2017. Andrés García Galera, Anna Casabona París, Audrey Doré, Ferran Vila Pujol, Iván Camps Galera, Marc Terés Riu, Robert Tetas Casals y Toni Albiol Lacasta llegaron al hotel restaurant Villa Retiro de Xerta, en las Terres de l’Ebre, con los nervios a flor de piel. No era para menos, durante más de siete horas demostraron sus habilidades como maestros de la sumillería. El objetivo era lograr un lugar en el podio de los finalistas. Robert Tetas, Audrey Doré y Ferran Vila fueron los tres afortunados y entre ellos estaba el ganador, cuyo nombre todavía no se conocía al cierre de esta edición.

Uniformados desde la primera a la última prueba del concurso. En las bases del certamen se aconseja a los aspirantes vestir pantalones o falda negra; camisa blanca o negra; chaqueta negra (americana o francesa); insignia Sommeliers; el mandil que les entregó la organización y zapatos negros. No hay tregua ni en verano. La imagen de un sumiller implica profesionalidad, cualidades que no ‘combinan’ con unos pantalones tejanos, una camiseta y unas zapatillas deportivas, por mucho que la previsión del tiempo pronostique un día caluroso. 

Todos estaban preparados y todo estaba preparado. La cuenta atrás para conocer al Millor Sommelier, concurso organizado por l’Associació Catalana de Sommeliers (ACS), empezó a las diez de la mañana. Los participantes se enfrentaron durante una hora y media a la prueba escrita. La concentración durante los 90 minutos fue máxima. Los aspirantes apenas levantaron la cabeza del examen que evaluaba sus conocimientos de viticultura, enología, geografía vitivinícola nacional e internacional, productos como quesos, vinagre, jamón, caviar… así como destilados, licores, o las funciones del sumiller. No cabe duda de que hay que estudiar mucho para ser el Millor Sommelier de Catalunya 2017. Igual que en cualquier examen oficial la organización requisó los móviles a los participantes. Encima de la mesa solo tenían un vaso de agua, un bolígrafo y las hojas del examen. 

La siguiente prueba fue la cata oral y la prueba de idioma. Los aspirantes tuvieron que conformarse con 11 minutos para poder catar los vinos y explicar sus características. Además tuvieron que demostrar ante el jurado sus dotes con el inglés o el francés, ya que una de las catas la tuvieron que hacer en otro idioma. Al mismo tiempo otros aspirantes se enfrentaban a la prueba de decantación. Cada sumiller demostró tener su propio estilo a la hora de superarla. No había tiempo que perder. Cinco minutos pueden parecer en algunos casos poco tiempo y en otros una eternidad cuando los nervios se apoderan de la situación, y se convierten también en protagonistas de la prueba. Hubo aspirantes a los que les sobró tiempo para aconsejar un maridaje y a otros se les agotó antes de finalizar la prueba.

Lo hecho, hecho está. Robert Tetas, Audrey Doré y Ferran Vise impusieron al resto de participantes y se enfrentaron en la final que se celebró por la tarde. El listón estaba alto. 15 segundos para reconocer cada una de las 10 imágenes relacionadas con paisajes vitivinícolas o personajes relevantes del mundo del vino; 8 minutos en los que se evaluó la identificación de productos y la destreza para comentar una cata en inglés o francés; 5 minutos para identificar los errores de una carta y corregirla; como si de un restaurante se tratara los finalistas tuvieron 10 minutos para proponer un maridaje a los comensales; y 5 minutos para superar la prueba de decantación. 

El jurado tampoco perdió de vista la elegancia, el saber estar, la diligencia y la gestión de las emociones de los concursantes. Proclamarse el Millor Sommelier de Catalunya merece cuidar todos los detalles.

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