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El Ball de Diables de L’Arboç no descarta que en algún momento puedan participar en la entidad mujeres. Pero siempre será «motivado por una evolución de los criterios de los miembros de la colla». Dicen que «es un debate vivo» en la entidad.
En todo caso «los cambios se han de hacer desde dentro, por consenso, sin romper la cohesión», pero «no por una imposición de una asociación o presión externa de la colla que daña a la imagen de la entidad».
Campaña
El Ball de Diables fue acusado de machista por la Assemblea Feminista La Ruda al señalar que no podían entrar mujeres en la entidad.
La Ruda inició una campaña de denuncia y el Ayuntamiento de El Vendrell aprobó una moción de Som Poble, criticando esa situación.
Además acordó que impediría que los Diables de L’Arboç actuasen en El Vendrell mientras se mantuviese esa situación.
'Injurioso'
Los Diables de L’Arboç han dado su respuesta y consideran «injurioso» que se les tilde de machistas. «Nunca hemos considerado un sexo por encima de otro y nunca hemos apoyado la idea de que una mujer no pueda ser diable». Dicen que el que no haya ninguna en la colla «no depende de un criterio machista, al que seríamos contrarios. Quien apoye esa idea demuestra un total desconocimiento del carácter de nuestra entidad».
Señalan que, junto a los de Sant Quintí, son los únicos que no han sido recuperados. Se han mantenido desde hace más de 100 años, excepto durante el periodo de la Guerra, por lo que mantienen su esencia original.
Más aspectos
«La responsabilidad de mantener un legado histórico tal y como existía en el XVIII, como una pieza de museo viva, nos hace valorar muchos aspectos y no sólo los de género». Defienden que se han ido configurando «como único y particular» por elementos como su formación de origen militar, los balls parlats, la Carretillada, los timbals centenarios, personajes fijos y una estética marcada por un imaginario del diable y del género masculino».
Señalan que «por una cierta inercia» han pasado a ser «una entidad folclórica de género, donde el género pasa a ser una característica de la misma morfología del ball y le hace ser particular». Recuerdan que hay muchos elementos de cultura popular en los que el género es una característica estética y preguntan que, quienes les han vetado, qué van a hacer «con los armats, bastoners, panderetes, trabucaires, caramelles, cotonines, clubs de fútbol, corals...». La colla reclama en este sentido «una inmediata rectificación» de aquellos que les han señalado.
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