El cierre de la protectora de Torredembarra dejará sin servicio a Tarragonès y Baix Penedès

Las instalaciones deben cerrar el 31 de diciembre. Ahora se busca un lugar para acoger a los animales o un terreno

10 octubre 2021 18:05 | Actualizado a 11 octubre 2021 08:28
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Contrarreloj para la Societat Protectora d’Animals De Catalunya (SPAC) de Torredembarra. El próximo 31 de diciembre deben abandonar las instalaciones en las que llevan años atendiendo a perros abandonados y promoviendo las adopciones.

El propietario de la finca ya explicó a la protectora que necesita el terreno para venderlo y por tanto no renovará el alquiler con la entidad animalista por lo que queda en el aire el futuro de los 200 perros y más de 80 gatos que acoge.

Ahora hay dos frentes de urgencia. Por un lado intentar encontrar adopciones para todos esos animales, muchos de ellos llevan en jaulas desde hace años y para los que ahora el futuro es incierto. Por otro intentar encontrar algún terreno en los que pueda instalarse la protectora.

El cierre de SPAC de Torredembarra afecta además a muchos municipios del Tarragonès y del Baix Penedès que tienen un convenio con la protectora para llevar allí a los animales recogidos en la calle. 

La concejal de Bienestar Animal de El Vendrell, Luz Ramírez, explica que la situación deja a los municipios sin un lugar al que llevar a los animales que garantice su cuidado descartando los sacrificios.

Núcleo zoológico

Ramírez explica que El Vendrell no dispone de suelo con la necesaria catalogación de núcleo zoológico que exige una actividad de este tipo. Por ello hace un llamamiento a Generalitat y Diputació para que intenten buscar una solución.

 

Ramírez señala que es un problema que afectará a toda la comarca por lo que también señala  que el Consell Comarcal debería impulsar una búsqueda de terreno porque diversos municipios no tendrán a dónde llevar a los animales que puedan recogerse en la calle.

En el caso de El Vendrell los perros recogidos en la calle permanecen unos días en dependencias policiales y se ha ce una campaña en redes sociales para intentar localizar a los duelos. Si no aparecen, son trasladados a un punto de estancia durante 21 días. Pasado este tiempo es cuando los animales son llevados a la protectora de Torredembarra.

Campaña

SPAC de Torredembarra ha iniciado una desesperada campaña para las adopciones de los animales y padrinos de difusión que muestren a los animales para ayudar a que sean adoptados. 

También ha iniciado contactos con otras protectoras por si pueden acoger a alguno de los animales. En este caso se piensa en los casos de difícil adopción. En esta situación. Además de algunos perros, están especialmente los gatos que « necesitan un jardín o terreno bien vallado para poder vivir en semilibertad sin peligros».

La posibilidad de quedarse en los terreno fue descartada por el montante económico para un traspaso que asciende a 120.000 euros.

La pandemia no nos cambia

Durante el periodo de confinamiento por la pandemia aumentó o el número de adopciones de perros. Quienes acudían a las protectoras buscaban tener compañía y, también, un motivo para salir de casa.

Una encuesta de la Fundación Affinity destacó que el 73% de los encuestados coincidían que convivir con una mascota ayudaba a sobrellevar el encierro. Un 36% de quienes nunca habían tenido perro se plantearon la adopción.

Pero fue un espejismo. Ni la pandemia ni el confinamiento cambiaron la insensibilidad de muchos y tras el encierro los abandonos se incrementaron. Esa mirada hacia los animales sólo tenía un egoísta objetivo de poder salir a la calle.   
 

No era normal

Affinity ya alertaba que no era normal que en plena pandemia hubiese un repunte de demanda de cachorros del 50%. Animales que eran usados para salir a la calle o para entretener a los niños en casa. 

Pero cuando se ha ido recuperando la normalidad, esas mascotas han pasado a ser una molestia. Ya no sirven. A finales de mayo a nivel de toda España se contabilizaron unos 2.000 abandonos.

Pasar el rato
Muchos animales han llegado a entidades protectoras que en algunos casos han vuelto a estar desbordadas por la mezquindad de muchos. La Fiscalía recuerda que el abandono de animales es un delito.

Muchos de los animales que han llegado en los últimos meses a las protectoras son cachorros y animales de menos de un año que fueron adquiridos para pasar el rato durante el largo confinamiento.

Y aunque son perros que pueden tener una mayor demanda para las adopciones, las solicitudes se han vuelto a estabilizar a los niveles prepandemia, que ya no eran muy elevados como para dar salida a la gran cantidad de perros que esperan en las protectoras para tener una oportunidad. 

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