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El futuro mapa ferroviaro de la provincia es un proyecto de difícil consenso. La puesta en marcha del Corredor del Mediterrani prevista para este año dejará Tarragona aislada de la red de alta velocidad.
En los recientes acuerdos políticos y empresariales se apuesta por solucionarlo con un by-pass que permita unir la vía tradicional con la alta velocidad por la zona norte de Tarragona. De este modo prevén reducir el tiempo de viaje actual entre Tarragona y Barcelona a menos de una hora.
La construcción de este posible by-pass por la zona del Gaià ha generado el rechazo de entidades vecinales y ecologistas. La recién constituida plataforma SOS Baix Gaià considera que supondría un grave impacto ambiental. Los diferentes municipios por los que podría acabar pasando esta infraestructura tienen distintas posiciones al respecto.
El alcalde de Torredembarra, Eduard Rovira cree que este by-pass «no tiene sentido». Considera que se trata de una opción que «fuerza» Tarragona por tener la línea de alta velocidad más cerca de la ciudad.
Con esta interconexión, «entendemos que perderíamos frecuencias de trenes por Torredembarra y Altafulla», apunta el edil, que señala que el mapa ferroviario planteado hasta ahora se ha trabajado en base a los intereses de Tarragona, Reus, Salou o Cambrils. «No han pensado en ninguna repercusión del norte de Tarragona», concluye.
Por su parte el alcalde de Altafulla, Fèlix Alonso entiende que el «problema» que hay en estos momentos no es el bypass sino desviar las mercancías por el interior. Con la puesta en marcha del Corredor está previsto que este tipo de convoyes circulen por la vía de la costa.
El edil considera que los trenes de mercaderías acabarán desgastando mucho más las vías y el mantenimiento de la infraestructura será mucho mayor, a parte del ruido que provocarían. En este sentido también teme que se acaben perdiendo frecuencias.
Por otro lado, entiende que Tarragona busque soluciones para recuperar en un futuro la alta velocidad. «Es una pena que Tarragona pierda el tren de altas prestaciones. Entendemos que las plataformas de movilidad busquen una solución para que pase por allí (...) entendemos esta reivindicación siempre y cuando no tenga una afectación brutal en el territorio», apunta Alonso
. El alcalde cree que se está haciendo un «falso debate» sobre este posible by-pass, que podría tardar años en hacerse realidad, con «otros posibles réditos que no son los de movilidad ciudadana».
En Roda de Berà su preocupación es la construcción de otro by-pass. Otra infraestructura planteada con el objetivo en este caso de desviar los trenes de mercancías hacía el interior. «Para nosotros el recorrido más seguro es que fuera paralela a la línea del TGV», explica el alcalde de Roda de Berà, Pere Virgili.
Si los trenes de mercancías finalmente tuvieran que pasar por el municipio, lo que sí reclamarían desde el municipio es que no pasaran por en medio de la población y que el trazado fuera desplazado paralelo a la autopista AP-7. Inicialmente también se había planteado adaptar la antigua línea Reus-Roda para que estos convoyes de mercancías pudieran circular por allí. En este sentido el edil considera que se les debe tener en cuenta a la hora de plantear estas infraestructuras.
En el caso de Roda de Berà la estación más cercana es la de Sant Vicenç con la que tan solo tienen dos combinaciones para ir a Barcelona. «Sufrimos todas las vías de tren pero tenemos muy pocas combinaciones», lamenta Virgili. También como pasa en Creixell, por la línea de la costa no tienen ninguna estación ni apeadero. Precisamente la construcción de un apeadero en la línea de la costa es una de las largas reivindicaciones de Roda.
El alcalde de Creixell, Jordi Llopart, es partidario de aprovechar más las infraestructuras que hay antes de crear nuevas conexiones. «Tenemos el territorio tan aplastado que no se por donde quieren hacer pasar tantas cosas», dice.
