La máxima alegría dentro de la felicidad del quinto premio que salpicó a Tarragona fue a parar a L’Hospitalet de l’Infant. El bar Cal Rullo repartió hasta 80 series del quinto premio (38.454) y el municipio se llenó de júbilo. Decenas de personas se acercaron al bar inmediatamente después de conocerse que la suerte había llegado a este municipio tarraconense.
El propietario del establecimiento, Sebastián Hernández Reyes, recordó cómo se había enterado de que había sido la persona que había repartido 4,8 millones de euros en Tarragona: «Venía de ponerle gasolina al coche y he echado un vistazo al sorteo y ya había salido el Gordo. Entonces, he pensado: aunque me toque un quinto premio, tengo bastante. Y así ha sido. He visto el número a la pantalla y le he preguntado a la camarera si lo había visto. Cuando me ha dicho que sí, ya me lo he acabado de creer».
Se alegraba mucho por haber podido vender «80 series», las cuales han quedado muy repartidas, sobre todo, entre habituales en el bar. «Ha venido gente de toda España: País Vasco, Aragón, La Rioja, Navarra, Madrid, Andalucía... He repartido a todo el mundo y me siento muy orgulloso de poder haber ayudado a tanta gente, que seguro que lo necesitaba». De estos clientes llegados de todo el país, el dueño especificaba que «hay mucha gente que, aunque no es habitual en el día a día del bar, tiene la costumbre de venir a comprar siempre aquí su décimo del Sorteo de Navidad y también el del Niño, con lo que también los consideramos de la casa».
Pese a toda esa felicidad, le queda la espina de que «algún cliente habitual se ha quedado sin comprar el décimo y esto me sabe muy mal, ya que les tengo mucha estima». El propio Sebastián Hernández también reconocía que «yo también me he quedado con algún décimo, como es normal». El 38.454 es un número que se vende en el bar Cal Rullo también semanalmente, en los sorteos habituales de la Lotería Nacional. De hecho, hace un total de doce años y medio que así es.