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Es un camino en zona forestal que une las urbanizaciones de Calafell Park y Valldemar. Pero además de una pista para que los vecinos eviten dar un gran rodeo para ir entre ambos núcleos e incluso para salir de sendas zonas en caso de incendio, también es un corredor ecológico de gran valor natural.
La condición de camino forestal hacía que presentase socavones y quedase embarrado en días de lluvia, lo que levantaba quejas de los vecinos. De hecho a causa de las últimas lluvias la pista quedó impracticable.
El Ayuntamiento se comprometió a acondicionar el camino. El que haya optado por hormigonar tramos ha levantado un debate entre los ecologistas y el grupo de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), en la oposición, que critican la obra, y vecinos que consideran que de esta manera es más transitable.
La CUP señala que el camino es «de los pocos y más importantes corredores naturales del municipio» y es una zona de hábitat de interés comunitario. El partido destaca que hasta ahora se aplanaba periódicamente. «Vertiendo asfalto el gobierno busca ahorrarse mantenimiento sin tener en cuenta las consecuencias ambientales, de biodiversidad y permeabilidad ecológica».
Pero también hay vecinos que señalan que el hormigonado era una demanda que tenían desde hace años para mayor seguridad y la garantía de paso ya que deben usarlo a diario.
Los ecologistas destacan que ese camino permite una conectividad ecológica del Baix Penedès Penedès y el parque del Foix. Con el hormigonado se afecta no sólo a esa unión natural, sino también afectando a las especies asentadas en el bosque.
El Ayuntamiento argumentó que hormigonaría los tramos donde hay puntos de paso de agua para que la pista tuviese mayor durabilidad. Pero la CUP destaca que hay otras soluciones más respetuosas con el medio.
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