La tala de 34 árboles en distintas calles de Cambrils durante los últimos 15 días está desatando críticas en el municipio sobre cómo está gestionando este asunto el Ayuntamiento. El denunciante más activo es Josep Maria Olivé, quien ha decidido formalizar una instancia de queja que ya ha entrado en el propio consistorio.
Este vecino de la localidad, jardinero de profesión, ha creado además un grupo de facebook para defender la poda o el trasplante antes que el corte definitivo, que se ha producido en la mayor parte de los casos que menciona y se ha encargado de inventariar. Pide además la reposición cuando sea posible.
Olivé especifica, concretamente, que se han talado una quincena de melias en la calle Auguste Renoir (las tres últimas ayer); seis moreras en la zona de Vilafortuny y otras dos en la calle Manuel de Falla; tres pinos piñoneros de grandes dimensiones en uno de los laterales de la riera de Alforja, enfrente mismo del Parc del Pescador, y un cuarto en la calle Rosa dels Vents; tres jacarandas en la calle de Paul Cezanne; tres ejemplares de Schinus molle en la calle Berthe Morisot; y además un gran olivo en la calle Terral.
Asegura que las talas se podían haber evitado en la mayoría de los casos y cita, por ejemplo, que ese olivo de la calle Terral podía haberse trasplantado y plantarlo unos metros más allá del sitio en el que se encontraba. «Deja mucho que desear cómo se está gestionando este tema desde el Ayuntamiento y me molesta, porque las cosas se pueden hacer de otra manera con el objetivo de poder mantener la vegetación en Cambrils», asegura.
Se da a circunstancia que el propio Ayuntamiento autorizó a los vecinos a cortar las melias de la calle Auguste Renoir, al encontrarse esta vía en una urbanización no recepcionada por el consistorio. Los vecinos, que han asumido el coste de los trabajos, llevaban tiempo quejándose de que los árboles levantaban las aceras y dificultaban el paso de los peatones.
Olivé lamenta, sin embargo, que las melias han sido cortadas a ras de suelo, sin la posibilidad aparente de aprovechar los actuales alcorques para reponer el arbolado. Asegura además que en fechas recientes los servicios de jardinería municipales habían podado ramas de esos mismos árboles, un trabajo que ahora ha quedado en saco roto después de que hayan sido talados.