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Esta semana ha comenzado el derribo parcial de la plaza del Mil·lenari de Calafell, adentrada en la playa de Segur de Calafell. El derribo es una actuación de emergencia del Ministerio de Transición Ecológica tras constatar que la playa ha perdido casi 100 metros en las últimas décadas y que el impacto de las olas podía provocar el hundimiento de la plaza.
El área derribada ocupa 800 m2 de una plaza de 8.000 y que desde 2002 sirve de unión de los dos últimos tramos de paseo marítimo que se construyeron en Calafell.
El concejal de Ecología Urbana, Aron Marcos, sostiene que “hay que retirar los elementos rígidos de un sistema litoral que es dinámico” y avisa de que es necesario «pensar en el escenario que habrá dentro de 50 años fruto del cambio climático».
El derribo parcial que ha empezado ahora tiene un presupuesto de 80.000 euros y se estima que estará terminado en menos de un mes. Es la segunda actuación de estas características que se realiza en la costa de la demarcación de Tarragona para recuperar espacio preso en las playas.
En el caso concreto de Calafell, las obras iniciadas ahora son las primeras de diversas actuaciones que el Ayuntamiento prevé que habrá que realizar en la zona de la plaza del Mil·lenari. El concejal ha resaltado que «en ningún caso se está planteando retirar todo el paseo marítimo» pero sí ha defendido que hay que «rediseñarlo para hacer que la playa sea más resiliente».
No ha precisado cómo y cuándo serían el resto de demoliciones, pero ha dado por hecho que habrá que hacer: «No tenemos calendarios pero sí la determinación de hacerlo».
«Desde el Ayuntamiento estamos estructurando soluciones como el derribo parcial de esta plaza porque queremos pensar a 50 años vista en el marco de un escenario de cambio climático al que debemos adaptarnos», ha argumentado Marcos, que ha dicho que «es necesario pensar en previsiones de futuro más amplias que las que se tenían décadas atrás, cuando el planeamiento urbanístico se hacía con una visión más corta».
En este sentido, recordó que la plaza se construyó en 2002 como punto de unión de los dos últimos tramos de paseo que se realizaron en Segur, sin prever los efectos que podía tener en la regresión de la playa.
Marcos ha señalado que en esta zona se había realizado una gran aportación de arena diez años antes de la construcción de la playa, en 1992, en una época en la que había que caminar hasta 100 metros para llegar al agua. Ahora, el agua ya estaba tragando poco a poco el hormigón de la plaza. «Tarde o temprano se habría podido derrumbar», ha avisado Marcos.
El concejal ha apuntado que no es posible calcular cuántos metros de playa se podrán recuperar con el derribo de la plaza del Mil·lenari, pero ha resaltado que «es evidente» que la estructura estaba erosionando el litoral. «Bajo las baldosas que se están sacando ahora hay playa y ésta se recuperará», ha añadido.
Marcos descartó aplicar en esta zona el sistema de recuperación dunar que sí funcionó en otros tramos de playa de Calafell, ya que de momento habrá pocos metros hasta el borde del agua.
También ha remarcado que el perfil de los más de cuatro kilómetros de playas de Calafell también está fuertemente acondicionado por los efectos en acumulación de arena provocados del pantano de Foix, por los puertos de Vilanova y Tarragona, y por la dársena de la antigua central térmica de Cubelles.
