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«No está sola». Así se han manifestado algunos vecinos del edificio de Santa Maria del Mar de Salou, en el número 13 de la calle Pere Martell, tras a denuncia pública realizada hace unos días por Irina, una mujer rusa que asegura haber sido objeto de amenazas, insultos, robos y cortes de luz.
«Esto va a acabar mal, muy mal» asegura uno de ellos que solicita que sus declaraciones sean el anonimato ante posibles represalias para detallar «lo que está y ha venido pasando en el inmueble desde hace años».
«Esa mujer, Irina, es una heroína», comentan, porque entienden que «ha salido a dar la cara después de que llevemos tanto tiempo sufriendo. Todo Salou sabe lo que está pasando aquí, menos los políticos, los jueces y algunos policías, que miran hacia otro lado ante la gravedad de todo», afirman.
«Esto va reventar. Hay varias familias que son unos gángsters. En el edificio hay falsificación de billetes, trafican con marihuana... Ese trapicheo y esos turbios negocios no se acabarán hasta que haya algún muerto. Entonces puede que tomen cartas en el asunto, pero será la hora de las lamentaciones», adelanta un expresidente de la comunidad de vecinos durante el periodo 2011-2014. El tema ya viene de largo como lo demuestra que él ha tenido que dejar de vivir no sólo en el edificio sino en Salou por las amenazas, aunque el piso sigue siendo de su propiedad.
Tiroteos y apuñalamientos
«Allí ha habido tiroteos y apuñalamientos. Es gravísimo lo que está ocurriendo. La policía lo sabe. A mí me han amenazado varas veces de muerte. Mi mujer y yo estamos asustados. ¿Qué íbamos a hacer? Nos tuvimos que marchar. He llegado tener que salir del bloque escoltado por los Mossos». Y no sólo eso. El exvecino incide en que «el trapicheo allí es continuo. Tienen incluso a los niños fuera y en los alrededores del edificio para el chivateo, para avisarles de que viene la policía».
Los vecinos hablan también de la degradación que viene sufriendo el inmueble en su conjunto. «No voy a permitir que esta gente se haga la dueña del edificio», mantiene uno de ellos, que cree que el consistorio «permite el actual estado esperando que se caiga definitivamente y poder echar a la gente para no tener que enfrentarse a ellos. El Ayuntamiento ha hecho oídos sordos hasta ahora, pero bien que saben lo que hay».
Devaluación del edificio
Javier Granados es abogado y antiguo gestor del edificio entre 2012 y 2016 a través de su empresa Edificalia. Reafirma las declaraciones del expresidente y detalla que durante el tiempo que administraron el edificio «tan sólo había 8 pisos de los bancos. Logramos que pagaran y recogimos 37.000 euros. Hicimos cosas importantes, como poner ascensor, etc. Fíjate cómo estaba inicialmente el bloque que nadie quería asegurarnos porque no había ni extintores... Buscábamos darle valor al inmueble. Y mira cómo está ahora».
