«Hemos tenido unas pérdidas económicas irrecuperables. Es el peor año de todos»

No es ningún secreto que la temporada de verano está siendo muy complicada para la restauración del paseo marítimo Botigues de Mar de Altafulla. Todo empezó en abril, cuando un primer temporal se llevó, literalmente, toda la arena de la playa e impidió que los establecimientos pudieran disponer de las plataformas que cada año instalaban sobre ella. De eso hace ya tres meses y no ha sido hasta ahora, en plena temporada alta, cuando los restaurantes de la zona han recibido el permiso para colocarlas.

Hay un dicho que dice que más vale tarde que nunca, pero de nada o poco les sirve a los propietarios de los restaurantes del paseo, que tachan de «nefasta» la gestión llevada a cabo tanto des del Ayuntamiento –anterior y nuevo- como desde Costas de la Generalitat. El Diari ha hablado con los afectados, quiénes han preferido guardar el anonimato pero ir todos a una en cuanto sus impresiones. «Hemos tenido unos problemas inmensos y no se nos ha dado solución», lamentan.

A pesar de que el permiso para instalar las plataformas les llegó el pasado viernes, los establecimientos recuerdan que en anteriores temporadas en mayo e incluso antes, ya tenían montada la plataforma, pero debido a las circunstancias de este año, esto no ha sido posible, algo que entienden a la perfección, pero no tanto el hecho de reponer la arena y que a los dos días ésta desapareciera otra vez: «lo hicieron fatal y hasta ahora no nos han permitido hacer nada».

Para estos restauradores, plantarse a mitad de julio con el permiso ha supuesto perder gran parte de la temporada, y no solo la de verano. En este sentido recuerdan que «hace poco más de una semana nos dijeron que sí que podíamos ampliar las mesas en el paseo y pusieron unas marcas en el suelo. Con ello ganábamos cuatro mesas más. Pero hasta entonces ya habíamos perdido toda la temporada de Semana Santa, el mes de junio, San Juan, y esta primera quincena de julio». De hecho, el desánimo ha sido tal que incluso confiesan que «ya habíamos dado la temporada por perdida», pues las pérdidas económicas que les ha supuesto, aseguran, son «enormes e irrecuperables». «Ha sido el peor año de todos», sentencian.

Problemas con los contratos

El dolor de cabeza que ha supuesto para los restauradores del paseo marítimo de Altafulla el no disponer hasta ahora de las tarimas ha afectado también a las contrataciones de personal. Los establecimientos explican que, a parte de sus empleados fijos, cada verano contratan a estudiantes y trabajadores de temporada para cubrir la alta demanda del momento, pero esta vez se lo han tenido que replantear. Algunos han optado por reducirlos porque «por las mesas que había no salían los números» y ahora, con la instalación de la tarima, «contrataremos a alguien más, pero vamos a contrarreloj, nunca sabes qué debes hacer».

Otros han decidido mantener a sus trabajadores, pero con una reducción a media jornada para evitar despidos. Y otros aseguran que, al no tener trabajo, sus empleados han estado «atemorizados» por si se quedaban en la calle.

Menos turismo que en 2021

A todos estos contratiempos hay que sumarle uno más: la bajada en picado del turismo en Altafulla. «Ya llevamos semanas diciendo que esto no es normal», lamentan los afectados, e inciden en el hecho de que «este año ha venido mucha menos gente en comparación con el año pasado». Incluso, aseguran, «los hoteles y los apartamentos tienen menos ocupación. Muchas personas alquilaron o reservaron habitaciones, pero al ver que no tenemos arena en la playa, cancelan la reserva y se echan atrás. Esto, como es lógico, a los restauradores nos afecta directamente».

Por ahora, sin embargo, los locales ya han empezado a colocar sus tarimas. El más tarde que nunca todavía es esperanzador: «Con eso tiraremos lo que queda de julio y agosto, y los 15 días de septiembre, que son lo meses más fuertes».

El Ayuntamiento buscó ayudar a los restauradores

Justo a comienzos de la semana pasada el Ayuntamiento de Altafulla ofreció a los locales de Botigues de Mar la medida provisional de ampliar sus terrazas sobre el paseo mientras no se obtuviera el permiso necesario para poder instalar la plataforma en la arena. Incluso se especificaron las condiciones en un comunicado: no sobrepasar con mesas y sillas el espació de pérgolas, en el sentido paralelo al paseo; no tener ningún mobiliario, anuncio o elemento ante las fachadas; y mantener exento de parasoles o mobiliario el espacio que no les corresponda. No pasaron ni siete días desde la puesta en marcha de esta medida cuando los establecimientos recibieron la licencia.