La intervención de la Guardia Civil en una casa de la urbanización de Valldemar de Calafell el pasado martes habría desmantelado algo más que un centro de producción de marihuana. De hecho, la investigación se mantiene abierta y no se descartan nuevos arrestos.
Una de las líneas de investigación se centrará en el origen de las armas halladas y en el hombre de 64 años que fue detenido y cuyo probable ingreso en prisión valorará hoy el juez.
Los agentes entraron en la casa en busca de un cultivo de marihuana que encontraron en la planta baja, con 1.042 plantas. Vecinos de la zona ya habían denunciado el pasado febrero un fuerte olor a la droga y la Guardia Civil comenzó la investigación. Tras verificar un tráfico de droga, el juzgado autorizó entrar en la vivienda.
Placas policiales
La droga estaba en un sótano expresamente adaptado para el cultivo de la droga, pero en la planta superior de la casa unifamiliar se encontró un arsenal de armas y munición de diferentes calibres, además de placas de Guardia Civil, Policía Nacional, grilletes metálicos y líquido anestésico.
Los agentes ya se sorprendieron al ver en la vivienda un circuito cerrado de cámaras de vigilancia y dos perros de las consideradas razas peligrosas, por lo que la policía tuvo que llamar a la puerta de la vivienda. Abrió el hombre, que fue finalmente detenido, como también lo fue otra mujer que estaba en la vivienda.
El material incautado ha derivado la investigación hacia la procedencia de las armas y comprobar si han sido empleadas en algún acto delictivo.