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Un hombre miraba a su vecina y se masturbaba delante de ella, la amenazaba con matarla e incluso lanzaba excrementos a su ventana y tiraba droga a su patio. Posteriormente intentó apuñalar a la pareja de ella clavándole unas tijeras en el cuello.
Es el argumento de la Fiscalía contra un vecino de Cunit que hoy será juzgado en la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona. El Ministerio Público solicita para el acusado dos años de prisión por un delito de acoso, dos más por otro continuado de amenazas y nueve por tentativa de homicidio.
También pide que durante cuatro años no pueda comunicarse ni acercarse a menos de mil metros de la mujer y durante 13 con la pareja de esta. Y la responsabilidad civil se fija en 60 euros para la mujer por las lesiones sufridas y 3.000 de indemnización por el daño moral. Y para su pareja 240 por las lesiones y 800 por las secuelas.
El acusado es un ciudadano español de 48 años y con antecedentes penales. Él y las víctimas residen –sin titulo que les legitime a ello– en un mismo bloque situado cerca de la carretera C-31 a su paso por Cunit. Sin embargo, acusado y denunciantes acceden por distintas calles. Los domicilios estaban separados en su parte trasera por un muro de cuatro metros de altura. El encausado dispone de un patio situado en un plano inferior y las víctimas de una terraza ubicada a mayor altura.
Escrito de la Fiscalía
En enero del año pasado, según el escrito de la Fiscalía, el acusado ha venido, de forma insistente y reiterada, ejecutando actos con ánimo de alterar gravemente el desarrollo de la vida cotidiana de la mujer. De esta manera, vigilaba a su vecina desde una ventana o desde el olivo que se encuentra en el patio de él, a la que se subía.
En todas estas ocasiones, que tenían lugar prácticamente de forma diaria y siempre que la víctima estaba sola, el procesado comenzaba a masturbarse en presencia de ella, mientras le decía expresiones como «quiero morder tus pequeños pechos» o, incluso con ánimo de amedrentarla, «cuanto te vea por la calle te voy a violar y a matar».
En muchas ocasiones le mostraba un palo con el que le decía que la violaría. Asimismo, cuando ella estaba sola en su terraza, le exhibía un cuchillo y le lanzaba expresiones amenazantes.
El acusado también lanzaba excrementos a la ventana de la mujer así como al patio, llegando incluso a colocar sustancias tóxicas sabiendo que su perro podía injerirlas. En más de una ocasión depositó restos de eyaculación en la puerta del domicilio de las víctimas. En otra ocasión, con una pala, empezó a golpear la puerta del domicilio de los perjudicados.
A las ocho de la tarde del 23 de abril, la mujer estaba en su casa. El acusado se dirigió a ella y le dijo que la iba a violar. Inmediatamente después, se bajó los pantalones y comenzó a masturbarse mientras le decía expresiones soeces y amenazantes. La víctima se encerró rápidamente en su casa. Salió a la calle para llamar a su pareja y explicarle lo ocurrido.
Sobre las nueve de la noche, la pareja de la mujer se presentó en el domicilio del acusado y llamó a la puerta. Cuando el encausado la abrió, se abalanzó rápidamente sobre él portando unas tijeras de unos 15 centímetros de largo. Intentó clavárselas en la zona del cuello de la víctima mientras le decía: «Te voy a matar».
El denunciante reaccionó colocando sus brazos para evitar que el acusado le apuñalara en el cuello. En este momento, el agresor agarró fuertemente a la víctima y la arrastró al interior de la vivienda, cayendo ambos al suelo. En esta posición, el atacante agredió a la víctima con las tijeras en la cabeza y en distintas partes del cuerpo, mientras el denunciante intentaba protegerse con sus brazos y manos.
Finalmente, logró levantarse y huir del domicilio. El agresor lo siguió mientras le decía que lo mataría.
El mismo día 23, el acusado fue detenido y dos días después ingresó en prisión.
