Los okupas que desde hace unos años permanecen en lo que fue el antiguo camping de Calafell, junto a la estación de tren, dejarán la instalación el próximo mes de octubre. Ayuntamiento y okupas han acordado la medida después de que la propiedad de la instalación haya manifestado la intención de impulsar un proyecto turístico.
El proyecto pasa por crear en el pinar, que está protegido por el Plan General, una especie de parque de aventura. En principio una de las dos edificaciones que albergaban los lavabos y duchas o el bar , se mantendrá y para la otra no hay una decisión tomada. También se contempla que el margen de la riera que pasa junto al camping esté acondicionado como paseo y sea de acceso público.
Convencido
El alcalde, Ramon Ferré, explica que ya se ha reunido con las personas que ahora ocupan la instalación y «han entendido que deben dejar la zona porque hay un proyecto de interés para el municipio». Ferré se mostró convencido de que el próximo mes comenzará salida de los okupas.
La situación actual del camping había generado quejas ya que al bajar del tren los vecinos y visitantes lo primero que veían era una instalación okupada y que contaba con un mercadillo de objetos de segunda mano. El Ayuntamiento reconoce que no era la mejor imagen posible, pero que a pesar de los requerimientos del propietario para el desalojo, no se había logrado.
Aunque una primera okupación fue problemática y hasta hubo enfrentamientos entre quienes residían en el interior, posteriormente la Assemblea d’Aturats del Baix Penedès realizó una limpieza e impulsó actividades abiertas a la población. Actualmente residían una decena de personas que no han generado conflictos. Algunos de los ocupantes del camping son también usuarios de los servicios sociales del Ayuntamiento, que ya les ha ofrecido diferentes alternativas de vivienda para una vez abandonen la instalación el próximo mes.