Paul Curtis, un maestro del ‘reverse graffiti’

«Firma, texto o composición pictórica realizados generalmente sin autorización en lugares públicos, sobre una pared u otra superficie resistente». Esta es la definición de grafiti a la que el artista Paul Curtis afincado en Benifallet –conocido también con el pseudónimo de ‘Moose’– ha dado un giro de 180 grados. Curtis es conocido por ser el artífice del reverse graffiti, una técnica que consiste en utilizar agua a presión para eliminar la suciedad de una pared o muro, y crear imágenes únicas como resultado del contraste entre las zonas limpias y las sucias.

El artista se trasladó a vivir a Benifallet (Baix Ebre) hace una década, donde reside junto a su pareja Amanda y sus dos hijas de uno y cuatro años. Un cambio de vida que describe como «un momento mágico». «Tomamos la decisión de manera espontánea e inmediata después de visitar una finca», explica Curtis, a lo que Amanda añade que «hasta el momento no conocíamos nada del pueblo, y cuando estuvimos en la finca nos pareció preciosa y no dudamos en trasladarnos».

De hecho, Benifallet presume de diferentes reverse graffiti firmados por el artista y que llenan de arte el espacio público, entre ellos una imagen que Curtis diseñó en el parque infantil y, el más reciente, un mural en homenaje a la barca y el antiguo paso de barca de la localidad y de las Terres de l’Ebre, que se enmarca en la campaña turística y el lema Benifallet, tots els camins t’hi porten impulsada por el ayuntamiento. Una intervención artística que ha brindado a los vecinos y visitantes la oportunidad de ver como el artista desarrolla su obra en directo.

La técnica

La trayectoria artística de Paul Curtis le ha llevado a dar la vuelta al mundo, ya que ha trabajado en América, Alemania, Dinamarca, Australia, México, Mozambique, Singapur, Suecia o Inglaterra y para empresas –Nike, Adidas, entre otras– y organizaciones internacionales, como Greenpece.

«Mi trabajo artístico con la técnica del reverse graffiti ha sido muy especial en mi carrera, lo que me ha llevado, durante más de veinte años, a viajar por todo el mundo», explica él mismo. Pero antes de dedicarse al mundo del arte, ‘Moose’ empezó en el sector discográfico, ya que, reconoce, «mi gran pasión y lo que día tras día cambia mi espíritu es la música, lo que, después, me llevó al mundo artístico y a crear el reverse graffiti».

Sobre lo que tiene de especial esta técnica artística, su creador destaca que «cambia totalmente el concepto de grafiti, ya que no es una imagen ilegal». La razón está en la manera que Curtis diseña sus murales. «A diferencia de un grafiti, en el que se utiliza pintura o spray, el proceso del reverse graffiti consiste en limpiar una pared que está sucia, es decir, no supone una destrucción porque no utilizo ningún producto, ni material, ni pintura, sino que mediante agua a presión limpio la suciedad de la pared, generando un contraste entre la parte limpia y la sucia».

El artista emplea plantillas que previamente ha realizado sobre madera. «Primero, cuando tengo la idea, sobre madera dibujo la plantilla y la recorto a mano, para después colocarla en una pared o en el suelo para aplicar el agua a presión y dejar gravado el dibujo sobre la superficie», detalla Curtis. En cuanto a la dificultad del reverse graffiti, él mismo explica que «es encontrar la pared adecuada, ya que necesito que la superficie sea muy plana y que el hormigón sea de calidad, es decir, que el área sea lo más natural posible, porque no puedo trabajar si ya hay otro grafiti o si ha sido pintada».

Servicio a la comunidad

Por todo ello, Paul Curtis considera que su técnica es, en cierta manera, un servicio a la comunidad. «Cuando la policía me visita mientras trabajo observa que no estoy ensuciando, sino todo lo contrario, lo que estoy haciendo es limpiar un muro o el suelo», detalla.

De hecho, a través de sus creaciones, el artista afincado en Benifallet quiere concienciar a la población sobre los efectos nocivos de la contaminación que nos rodea. «No somos conscientes de cómo nos afecta la contaminación y de las consecuencias de la polución de los coches», afirma Curtis. Asimismo, el mensaje que quiere transmitir a las futuras generaciones es el que ha dejado grabado en sus actuaciones artísticas por todo el mundo y que, como recuerda Amanda, «el reverse graffiti es un ejemplo de que se puede hacer arte de otra manera, recuperando el valor de las pequeñas cosas».