ADN CF Reus

Los lazos de David Querol con la cantera rojinegra parecen irrompibles. Dos de sus mejores amigos, Raúl y Joaquín, dirigen al benjamín A y benjamín B

20 octubre 2018 15:47 | Actualizado a 26 octubre 2018 15:49
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La identidad de los clubs se encuentra en las personas que trabajan en ellos y en el sentimiento de pertenencia que desprenden. No resulta extraño ver a David Querol disfrutar de los partidos de los equipos base.

Cuando hay tiempo y la profesión lo permite se acerca incluso a los entrenamientos que los chicos realizan en el campo anexo del Estadi. Los más pequeños no se olvidan de saludarle.

Querol, junto a Isaac Cuenca, es el único reusense de la primera plantilla. Se formó en esos campos donde ahora los entusiastas canteranos sueñan con ser él. Nunca ha perdido la perspectiva. Sin ir más lejos vio, el pasado sábado, la victoria del juvenil A ante el Manacor (1-0). 

Querol cuenta, en esa fábrica de talento del CF Reus, con dos amigos inseparables que transmiten valores y forman personas, además de futbolistas. Raúl Cosials y Joaquín Izquierdo imparten sobre el verde las mismas normas que conocimiento y comportamiento que le enseñaron a su socio hace un tiempo, cuando todavía los anexos eran de tierra. O más bien de piedra. Los tres forman un tridente casi irrompible. Pasan las horas de asueto juntos. El fútbol es su gran nexo de unión. 

No obstante, esos dos compañeros de aventura y de alguna trastada no sólo disponen de lazos comunes con el 7 del Reus. Los dos jefes de la cantera, Iván Taranilla y Marc Carrasco, compartieron vestuario con él en época de Tercera y Segunda B. Los tres formaron parte del histórico plantel que ascendió al Reus a la categoría de bronce en junio de 2011.

El Astorga

La amistad entre David, Raúl y Joaquín no se negocia. Viene de lejos. Raúl y David Querol llegaron a jugar juntos de forma breve en el equipo amateur del Astorga, en categoría Regional.

David sólo era el germen de los que hoy es, aunque ya mostraba maneras y recibía algunas patadas. «El primer gol que marqué con el Astorga llegó gracias a una jugada suya. Se marchó de todos los rivales y la pelota me cayó muerta a mí. Recuerdo que le pegaban lo que no está escrito», sonríe Raúl.

En aquel Astorga, el auténtico líder actuaba de central y llevaba por nombre Pedro o Pedrín para los compañeros. Pedro es el hermano de David Querol. Los tres gozaron de una etapa de fútbol-diversión en aquel mítico Astorga.

Mientras, Joaquín Izquierdo perteneció al fútbol base del CF Reus hasta edad juvenil. Conoce al milímetro la casa y como se manejan los entresijos de un club con más de cien años de historia. Todavía en activo mantuvo algún enfrentamiento con Querol. Uno en el Reus y el otro en el Astorga. Curiosamente no saltaron demasiadas chispas. Las dejaron para años después en el FIFA.

Las timbas que Raúl, David y Joaquín organizan en casa de Querol resultan tan intensas que los vecinos han llegado a llamarles la atención por los gritos que escuchan en cada celebración de goles y victorias. Cada partido lleva una apuesta detrás. El que pierde paga la cena, la comida o cualquier reto que se ponga por delante. «Todo el rato nos estamos apostando cosas», reafirman. Estamos hablando de tres tipos totalmente competitivos. No desean perder ni al mus.

Las conversaciones eternas sobre fútbol entre los tres amiguetes pueden llegar a derivar el discusiones altisonantes. Existe un punto de conflicto. Raúl y Joaquín piensan como entrenadores.

David, todavía como futbolista de elite en activo que es. «Podemos llegarnos a gritar tanto que, por ejempo, estamos cenando en algún local y la gente nos mira con cara rara, como si estuviéramos locos», rememora Joaquín.

Ser entrenador

Raúl Cosials se imaginaba poco en un banco, con la pizarra en mano y transmitiendo conocimientos a los chicos. El fútbol para él era un simple hobbie. Realizó el curso a las órdenes de Santi Castillejo, buen amigo suyo en la actualidad, y después de unos primeros pinitos en el Astorga, ha ingresado en las inferiores del CF Reus, donde dirige al benjamín A del club. Lo que fue un simple hobbie, hoy se ha convertido casi en una forma de vida. 

Joaquín dispone a sus espaldas de un experiencia enriquecedora en Estocolmo, donde durante un año entrenó a equipos en edad cadete y juvenil, justo antes del regreso a casa. Raúl le animó a que empezara como ayudante suyo en el Reus y en la actualidad ya ha tomado la responsabilidad del benjamín B. Sólo queda Querol, destinado también a la estrategia en un futuro. El fútbol le gusta demasiado.

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