Franc Artiga, el hombre que fichó a Riqui Puig y a Carles Pérez

El técnico cambrilense sustituye a Víctor Valdés como primer entrenador del juvenil A del FC Barcelona. Le avala casi una década en la Masia, con 10 campeonatos de Liga de forma consecutiva 

07 octubre 2019 18:40 | Actualizado a 07 octubre 2019 18:49
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Desde que en 2010, el también cambrilense Albert Puig confiara en el método de Franc Artiga (Cambrils, 1976), el paso del técnico por la Masia ha contado con el respeto y la confianza de casi todos los dirigentes. No sólo ha gustado su forma de entender el juego, también el comportamiento de respeto y el compromiso que ha enseñado en cada uno de sus actos. Albert Puig, director del fútbol formativo en 2010, le conocía casi desde la infancia y confiaba en esa pasión casi enfermiza por el fútbol de Artiga. Hoy, Altimira, Roura y Kluivert, los jefes de la Masia, le han entregado la responsabilidad del juvenil A azulgrana, una meta de alta dificultad que Artiga ha consumado después de casi una década en el club.

Existe un dato demoledor que ensalza el trabajo del cambrilense. Desde que labora en la Masia acumula 10 campeonatos de Liga de forma consecutiva en todas las categorías que ha dirigido. Ingresó en el Barcelona como máximo responsable del cadete B y ha cerrado un ciclo en el juvenil B. Los títulos pueden parecer hasta obligatorios en el Barça, que elige a los chicos con mayor talento en categorías inferiores. En eso Franc ha sido puntual como un reloj. Los ha campeonado todos. Además ha disfrutado del éxito fiel a la idea que maneja el Barcelona. Esa filosofía de juego tan peculiar que distingue al club, con el 4-3-3 como punto de partida. Ha mejorado el rendimiento a sus jóvenes promesas desde ese ecosistema peculiar que transporta el Barça por el mundo.

El cambrilense, que antes de impartir de azulgrana había entrenado al juvenil del Nàstic, al Cambrils y al Amposta, también dispone de una nómina de méritos gracias a su ojo clínico. Una de sus tareas paralelas a la de técnico formativo se encuentra en la captación de futbolistas jóvenes que dispongan de talento para poder acceder a la Masia. Tres casos le distinguen por encima del resto. Tres nombres propios; Riki Puig, Carles Pérez y Marc Cucurella. Los dos primeros ya con presencia en la primera plantilla. El tercero ha cosido una carrera solvente en Primera. El año pasado en Eibar y actualmente en Getafe.

En uno de esos análisis minuciosos, Artiga se enamoró del juego de un pequeño de 13 años que militaba en el Jabac de Terrassa. Le había seguido la pista por su capacidad para interpretar el fútbol a pesar de no contar con un gran rostro físico. De nombre Riqui Puig, el mediocampista, que destacó también como falso nueve, vistió de azulgrana en 2013 por primera vez, ya a las órdenes del técnico, en el cadete B.Riqui mantiene el status de gran esperanza de la cantera. 

Carles Pérez, del Barça desde los 14 años, se ha colado en los onces de la primera plantilla en el arranque de este curso, muy del gusto de Valverde por su versatilidad para adaptarse a cualquiera de las posiciones del frente de ataque. Carles y Riqui Puig comparten la bendición de FArtiga. Éste autorizó la incorporación del delantero después de su paso por el Vilanova del Vallès, la Damm y el Espanyol.

El adiós de Valdés
Franc Artiga accede a su nuevo cargo entre el ruido popular que ha causado el cese de Víctor Valdés, una leyenda en la portería del mejor Barça de Guardiola, y que regresó al club este verano para iniciar su etapa como entrenador. Los continuos desencuentros con la planta noble han forzado esta destitución, que a la postre también ha posibilitado el ascenso al juvenil A de Artiga.

El cambrilense ya contaba con el beneplácito de algunos dirigentes para entrenar al juvenil A desde la pretemporada, pero la llamada de Valdés al presidente Bartomeu cambió los planes estratégicos del club rendido a las pretenseiones de la leyenda. Artiga necesitó esperar su oportunidad y ésta le ha llegado con el curso en marcha. Una década en la Masia y mucha meritocracia le avalan. 

En el nuevo tránsito, el entrenador se apoyará en el staff que ya trabajó con Valdés, en el que se encuentra Andrés Martín, un preparador físico con el que coincidió en el Cambrils y en el Amposta y con el que entró de la mano en la Masia.

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