Joan Pallarès reinventa a la UE Valls

El equipo vallense vuelve a Primera Catalana con un ascenso demoledor. Sólo una derrota en 29 jornadas

23 abril 2019 09:48 | Actualizado a 24 abril 2019 18:29
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A principios de diciembre de 2017, Joan Pallarès (Tarragona, 1977) decidió tomar las riendas de un barco a la deriva. La UE Valls caminaba en el campeonato de Primera Catalana con dos puntos, ahogado en la última plaza de méritos y casi condenado al descenso. Al técnico no le importó el riesgo. Fue un tipo valiente. Asumió el estropicio.

El Valls acabó ese curso con 24 puntos, no pudo salvar la categoría, pero presumió de una segunda vuelta casi heroica. Sumó 21. La evolución del equipo no admitía dudas, aunque el desembarco a Segunda Catalana pedía una regeneración, casi una revolución en la estructura de la plantilla. La lideró Pallarès, que en verano fue franco con los dirigentes. Quería el poder para diseñar el equipo.

En la Unió Esportiva, el exjugador del Nàstic y del Reus ha encontrado un cobijo de tranquilidad para la labor. Se ha exigido él mismo el objetivo más ambicioso posible; devolver a Valls el fútbol de Primera Catalana. En la planificación optó por recuperar ciertos valores de pertenencia.

Hasta 12 jugadores con ADN Valls han formado el plantel del éxito. 12 de 19, el 70 por ciento del equipo. Pallarès adaptó al equipo a la nueva categoría. Una media de 23 años, sólo con las excepciones de Socías (39) y Giralte (33), han conformado una escuadra que ha dominado su grupo con una autoridad aplastante. 

El domingo 14, ante el Torreforta, la Unió Esportiva completó un trayecto impecable. Superó al Torreforta por 5-2 y cerró de forma matemática su regreso a Primera Catalana. El añito en el infierno ha resultado breve, en parte por la buena salud de una plantilla a la que no le ha pesado la exigencia.

En 29 fechas solo se cuenta una derrota, curiosamente en la primera jornada en Gandesa. 26 victorias y dos empates completan el bagaje. Los de Pallarès han completado el ciclo con un porcentaje de 28 consecutivos invictos. Su dominio no admite sospechas. 

La Unió Esportiva Valls no se ha distinguido sólo por sus resultados. Anda lejos de la racanería. «Creo que intentamos proponer sobre el césped. Nos defendemos con la pelota, queremos ser protagonistas», confirma el mismo técnico. Los registros tampoco engañan. 73 goles a favor y sólo 16 en contra confirman el ideario de fútbol vallense.

El diferencial contiene dos nombres propios que lo ensalzan. El arquero Óscar Pan se mantiene como el menos goleado del grupo. Mientras, el delantero Joal Marigot, ex de la Sénia, lidera la tabla de máximos artilleros. Acumula 26 aciertos y eso que hace cuatro jornadas que no marca.

El futuro
La estabilidad para poder elaborar un proyecto coherente ha resultado clave para obtener el premio. «Ha sido fundamental la buena sintonía entre todos los estamentos del club. Nunca hemos engañado a nadie», ratifica un Pallarès que acaba contrato el 30 de junio.

El técnico y la junta directiva disfrutan de una relación sana y la predisposición pasa por seguir unidos en el reto de la Primera Catalana, aunque restan días todavía para aclarar el futuro. La Unió Esportiva saborea ahora su capacidad para reinventarse.

Además disfruta de un bloque de jugadores compacto y con recorrido para los próximos tres o cuatro años. Justamente esa es la intención para el nuevo tránsito. Conservar la identidad del ascenso y apuntalar los recursos con cuatro o cinco fichajes.

En El Vilar han vuelto a sonreír con una Unió Esportiva Valls que ha conectado de nuevo a los hinchas. El domingo, el día señalado, el aspecto del estadio resultó del todo atractivo. Su Valls sigue de pie y ha olvidado sus propias ruinas.

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