Una Vuelta abierta que promete sorpresas

La Vuelta a España cumple un aniversario especial. Las diez ediciones del maillot rojo que acredita al líder de la carrera. Naranja, franjirrojo, amarillo y dorado, le precedieron. Mark Cavendish fue el primero en lucirlo. El último, Simon Yates. Los mejores ciclistas del pelotón han luchado por él, desde Alberto Contador a Chris Froome pasando por Nairo Quintana, Vincenzo Nibali, Joaquim Rodríguez, Tom Dumoulin o, entre otros, Alejandro Valverde. 

Quizá la falta de vueltómanos superestrellas asuste a las puertas de esta Vuelta. Ante esta ausencia, «descafeinada» es uno de los adjetivos más vistos en las redes. Para nada lo compartimos. En cualquier caso, se abre el abanico para segundas espadas y para que promesas ambiciosas empiecen a destacar en un escenario privilegiado y de primer nivel. 

Miguel Ángel López y Primož Roglič se presentan como los grandes favoritos. Supermán ya venció la Volta a Catalunya, mientras que el esloveno hizo podio en el Giro. Las cronos, tanto en equipo como individual, darán ventaja al del Jumbo-Visma, pero etapas montañosas como las de Asturias favorecerán al del Astana.

También tendrán sus opciones Nairo Quintana, Steven Kruijswijk, Jakob Fuglsang, Tadej Pogačar, Rigoberto Urán, Fabio Aru, Esteban Chaves o Wout Poels. 

La ausencia de Bernal, Froome, Dumoulin, Thomas, Mas, Nibali, Landa, Carapaz o figuras mediáticas como Sagan, no restará emoción a la carrera. Pues se presenta un escenario perfecto para jóvenes que llenarán titulares en el futuro. Al ya mencionado Pogačar, añadimos a Tao Geoghegan Hart, Daniel Felipe Martínez, Sergio Higuita, Alex Aranburu, Fernando Barceló u Óscar Rodríguez. Muy atentos a este último que el año pasado ya se hizo con la etapa de la Camperona y viene de ser segundo en la Vuelta a Burgos.  

Hay un dato que alimenta la expectación de esta Vuelta. Según Pro Cycling Stats el 44% de los corredores participantes no tienen contrato de cara a 2020, o por lo menos no se han anunciado sus renovaciones. Así que 78 ciclistas buscarán tener presencia en carrera para asegurarse su continuidad en el pelotón internacional, ya sea en fugas, finales masivos o atacando desde lejos. Más salsa y picante en el menú.  

En el Movistar todo apunta que vencedor de la Vuelta 2016, Nairo Quintana, ahora sí, será el líder del equipo. Pese a la decadencia y bajo rendimiento del colombiano -anunciada su marcha del conjunto navarro- las últimas tres temporadas, sigue teniendo un importante peso en el pelotón. La ausencia de Mikel Landa, quien descansa tras enlazar Giro y Tour, y las dolencias de Richard Carapaz, actual campeón del Giro de Italia, tras una caída en un critérium de exhibición a Holanda el pasado domingo, han dejado en bandeja el mando del equipo en manos del cafetero.

Por mucho que Nairo se perfile como jefe de filas telefónico, el número ‘1’ está reservado para otro compañero. Alejandro Valverde lucirá el primer dorsal de la carrera en su maillot de campeón del mundo. No ha sido la temporada más laureada del murciano, pero siempre se guarda algo para la Vuelta. Su querida Vuelta que ya ganó en 2009. El año pasado venció dos etapas y la clasificación por puntos. Pondría la mano en el fuego por que el arcoíris brillará en lo alto de algún podio. 

Otro ciclista del Movistar que gozará de libertad será Marc Soler. Llamado a ser uno de los líderes para Eusebio Unzué el próximo curso, es la primera vez que realice dos grandes vueltas en un mismo año. En el último Tour dio un paso de gigante tirando y rompiendo el pelotón en montaña con un ritmo que ni el propio Quintana podía soportar. 

Valls, salida de etapa

La Vuelta regresa a la provincia tras pasar de largo en 2018. Su última visita fue en 2017 con un final de etapa en la Anella Mediterrània de Tarragona, en Camp Clar, pasando por Montblanc, Valls, Vilallonga del Camp y Constantí. El próximo sábado la carrera parte de Valls, delante del pabellón Xavi Tondo, en dirección a Igualada, en un trazado perfecto para el triunfo de la fuga. La capital del Alt Camp también fue inicio de etapa en 2013, cuando se rindió homenaje a dos vallenses, el malogrado Tondo y Miquel Àngel Iglesias, exciclista con más victorias de metas volantes en la historia de la Vuelta.

«Es un orgullo que Valls promocione y confíe en el ciclismo. Se ha convertido en un referente en el ciclismo de alto nivel albergando etapas de la Vuelta y la Volta. Este inicio de etapa es muy especial para mí». El exciclista vallense Miquel Àngel Iglesias logró cinco veces seguidas, el que más, la clasificación de metas volantes de la Vuelta.

Actualmente trabaja en Unipublic, organizadora de la Vuelta, y también da a apoyo a Carlos de Andrés y Perico Delgado en las retransmisiones de Teledeporte. «Valls es una ciudad muy deportista a todos los niveles, tiene un gran compromiso con el ciclismo y este sentimiento se valora mucho por parte de los organizadores. Es muy importante a nivel de promoción internacional y también por tener en casa una carrera que normalmente ves por televisión».

Recorrido

El recorrido cuenta con mucha media montaña y seis etapas de montaña. Mas de la Costa, Andorra, Los Machucos, Asturias -con dos días durísimos- y el Sistema Central se reparten las etapas más duras sobre todo entre la segunda y la tercera semana. Momento para los aspirantes al maillot rojo. La Gallina, Cortals d’Encamp, La Cubilla, El Acebo, Navacerrada, Morcuera o Peña Negra, serán algunos de sus jueces. 

La Vuelta cuenta con la crono individual más larga de las tres grandes vueltas este 2019, en la décima etapa en Francia entre Jurançon y Pau, aunque de solo 36,2 kilómetros. Las contrarrelojes cortas se están asentando como reflejo de un ciclismo moderno en que, también en la montaña, cada vez es más difícil sacar amplias distancias. Así se presenta una Vuelta emocionante y abierta a sorpresas con un guión todavía por escribir.