El Nàstic de Dani Vidal ha igualado la mejor primera vuelta del Nàstic de Vicente Moreno. Palabras mayores. Con su victoria frente al Celta Fortuna (0-1), el conjunto tarraconense completó la primera vuelta de la temporada actual con 35 puntos, los mismos con los que cerró el primer tramo del campeonato de 2014-15, entonces en Segunda B, el del último ascenso a Segunda División.
La vez anterior que el Gimnàstic lograba ascender de categoría, la 2003-04 con Jordi Vinyals y Alfons Muñoz formando tándem técnico, sumaron 31 puntos.
Volviendo a la comparativa con la temporada 2014-15, con el Nàstic a manos de Vicente More no, los dos equipos ofrecen el mismo balance de victorias (10), empates (5) y derrotas (4). La diferencia, y aquí es donde el actual Nàstic mejora los números del histórico, es en la cifra de goles encajados y anotados. En enero de 2015 los Rayco, Marcos De La Espada, Rocha, Lago, Marí, Molina, Xisco Campos y compañía habían marcado 21 goles y entre Manolo Reina y Tomeu Nadal habían encajado 13 goles.
Esta temporada, Pablo Fernández firmó sobre el maltrecho césped de Barreiro su cuarto gol en la temporada y el 22º del Nàstic en el curso. Mientras que Alberto Varo mantuvo su portería a cero, con una intervención espectacular en el último suspiro del tiempo extra, para dejar los números encajados en los 11 con los que se llegó a Vigo.
Para el Nàstic de 2014-15, las espectaculares cifras le valieron para ser primeros del grupo 3 de Segunda B y proclamarse ‘campeones de invierno’. Al actual, le colocan cuartos, a cuatro puntos del líder, la Ponferradina que aprovechó el triunfo tarraconense ante el filial del RC Celta para superar a los gallegos en la tabla y llevarse el anecdótico ‘título invernal’.
Segundas vueltas, aún mejores
El Nàstic de Dani Vidal ha cogido el ritmo récord del Gimnàstic de Vicente Moreno. Las sensaciones también son parecidas. Un equipo incómodo en campo rival. Muy sólido en defensa, con un trabajo cooperativo y sacrificado por parte de todos los futbolistas. Y con ese punto de maldad en ataque que aprovecha la primera oportunidad que le brinda cualquier error del rival. Al menos en este tramo de curso, superado el mal momento de finales de octubre y principios de noviembre con hasta 7 partidos de liga sin ganar.
Pero todavía les falta mucho para conseguir igualar al Nàstic de Vicente Moreno. Toda una segunda vuelta, en la que aquél equipo fue todavía mejor que la primera. Si en el tramo de septiembre a enero sumaba 35 puntos, en el segundo, de enero a mayo, lograron amarrar 38 puntos. Una puntuación que les puso en lo más alto de la tabla y les llevó al recordado duelo directo de campeones contra el Huesca, con el final feliz del Nou Estadi.
Y eso que no fue la mejor segunda vuelta del entrenador valenciano en Tarragona. La campaña anterior, la de su llegada, completó una segunda vuelta legendaria con 40 puntos. En realidad, fueron 43, pero el Atlético Baleares denunció al Nàstic por alineación indebida y le quitaron los tres puntos de la victoria.
En la última década, en general, al Nàstic se le ha dado mejor las segundas vueltas que las primeras. Y más si el Nou Estadi va cogiendo el tono y llenándose a medida que se acerca el final de curso.
La temporada pasada, se hicieron 26 puntos en los primeros 19 partidos y 27 en los segundos. Hace dos cursos, fueron 25 los puntos conseguidos en el tramo de ‘Apertura’ y 36 en el ‘Clausura’.
Dejando de lado los dos cursos condicionados por la pandemia de Covid-19, de las últimas diez temporadas únicamente en la 2017-18 se lograron menos puntos en la segunda vuelta que en la primera. Dos puntos menos.
El camino está perfilado. Cada jornada que pasa este Nàstic da más motivos aún para creer en ellos. Quedan 19 partidos, 10 de ellos en el Nou Estadi, para convertirse en otro equipo histórico.
