El Nàstic, decepcionado e indignado

El conjunto grana lamenta la falta de puntería ante el San Fernando, pero no olvida el penalti no pitado

23 abril 2022 19:30 | Actualizado a 24 abril 2022 07:01
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Impotencia, rabia y decepción. Así define el Nàstic su sentir el empate frente al San Fernando. Pasan las horas y estos sentimientos solo hacen que coger más fuerza. Todas las esferas de la entidad grana coinciden en que el punto en el Nou Estadi de este pasado viernes va a ser difícil de olvidar. Podría tener consecuencias trágicas a final de temporada y dejar a los granas sin play off, pero de momento lo que ha dejado es un sabor muy amargo porque fue un empate injusto. El Nàstic fue mejor pero se enfrentó a dos males: la falta de puntería y un error grave arbitral. Lo segundo no debe hacer olvidar lo primero porque las excusas arbitrales ya están demasiado vistas, pero es obvio que el fallo del colegio pudo influir en el resultado.

Raül Agné no podía ser más claro cuando en rueda de prensa aseguraba: «No tenemos que hacer tanto para ganar. Tenemos que hacer p… goles, p… goles». Cuesta recordar una declaración tan firme de un técnico del Nàstic que casi nunca utiliza palabras malsonantes en rueda de prensa. Suele ser muy templado ante micrófonos porque tiene miles de batallas a sus espaldas. Sin embargo, el viernes se le vio especialmente disgustado.

Lo cierto es que era para estarlo y era un sentimiento que el propio vestuario también tenía. Los rostros de los jugadores no engañaban tras el pitido final. Todos se preguntaban cómo no habían sido capaces de haber ganado ese partido. Probablemente el más completo de la temporada en el Nou Estadi. La respuesta era clara porque había sido la falta de puntería la que había condenado al Nàstic. Hubo acciones en las que se pudo definir mejor, pero hubo otras en las que José Perales estuvo lúcido y algunas ocasiones en las que la mala suerte también entró en juego como la que tuvo Édgar Hernández en una volea maravillosa que no encontró puerta por un gafe divino.

Incluso a Javier Bonilla se le vio tras el pitido final haciendo un gesto imitando al portero rival. Simulaba la parada que le había hecho en la agonía a un zurdazo que iba destinado a la gloria.

Sin embargo, no solo la decepción inundaba a los jugadores del Nàstic. También había un gran espacio para la indignación. La figura del colegiado, De Ena Wolf, dejó al Nàstic sin la posibilidad de lanzar un penalti que podría haber colocado a los granas por delante. Pablo Fernández fue agarrado dentro del área, pero continuó y disparó. Su chute se marchó rozando el palo largo.

Todo sería normal si el colegiado no hubiese visto un agarrón suficiente como para pitar penalti. Esta hipótesis resultaba extraña, ya que el colegiado estaba perfectamente situado y el agarrón fue claro.

Lo que más crispación generó entre los futbolistas, el cuerpo técnico y la cúpula fue que el colegiado diese la ley de la ventaja o eso al menos les dijo a ellos porque su gesto nunca arropó este hecho. Un colegiado da la ley de la ventaja cuando coloca los brazos hacia delante. Y ese gesto nunca se vio en Wolf. Por lo tanto, suena más a excusa que a realidad.

¿Existe la ley de la ventaja dentro del área? Pues bien, no hay ninguna norma en el reglamento de la International Football Association Board (IFAB) que lo explique claramente, aunque probablemente en la Regla 5 es en la que hay una respuesta más aproximada, aunque no del todo clarividente: «El colegiado permitirá que el juego prosiga si el equipo que sufre la infracción acaba en una situación ventajosa tras la acción, y sancionará la infracción cometida si no se produjera la situación ventajosa de manera inmediata o transcurridos unos pocos segundos».

La situación ventajosa podría haber sido el hecho de que Pablo Fernández se quedase solo ante Perales. Hasta ahí todo normal, pero cuando el árbitro ni siquiera hizo el gesto de la ley de la ventaja es porque todo apunta a que no vio ese claro penalti.

Pablo Fernández en zona mixta reconoció que el árbitro le había dicho que había dado la ley de la ventaja después de que Raül Agné lo expusiera de manera firme en la sala de prensa: «Estoy muy encabronado. Nunca entenderé que tras un penalti se dé la ley de la ventaja». Más claro, agua.

Comentarios
Multimedia Diari