Enamoran (Nàstic 3 - 1 Valencia Mestalla)

Hace una semana, los seguidores y periodistas del Hércules abandonaron el estadio José Rico Pérez enamorados del Nàstic. Un líder de verdad, decían. Los aficionados granas, esos 4.000 que acuden fielmente a su cita en el Nou Estadi cada 15 días sentían envidia sana. Habían visto buenos partidos de los suyos, varios, pero les faltaba esa chispa en el juego que les iluminara el rostro. Ayer, los ‘olé’ y el ‘Amparito Roca’ fueron el síntoma evidente de que acabó encantado con los suyos.

Después de varios intentos frustrados, el Nàstic conquistó, quien sabe si de manera definitiva ya, a su público con un triunfo que eleva la racha de partidos sin perder a nueve jornadas.

Ganar costó lo suyo. El Valencia Mestalla resistió durante una primera mitad en la que el juego del Nàstic fue impreciso y algo lento en los metros decisivos. Necesitó de una nueva muestra de las dotes de entrenador de Vicente Moreno para desencallar el choque. El técnico dio entrada a Azkorra, por Cristóbal, y obligó a la zaga visitante a un sobresfuerzo defensivo para frenar a los dos delanteros granas (Marcos y Gorka) que abrió los pasillos exteriores. Una brecha para que los extremos y laterales penetraran hasta hacer caer la resistencia valencianista.

Fue la tarde de Lago Júnior, autor de dos de los tres goles. Tantos de alivio para el ‘pichichi’ del Nàstic en la pasada temporada. Todavía no había visto puerta este curso y esa circunstancia reconcomía por dentro. Su grito de celebración tras la primera diana sirvió para soltar el peso de la sequía. Lo sabían sus compañeros, casi con más ganas de que marcara que el propio africano, y corrieron a abrazarle. Lago Júnior tuvo tiempo de marcar un segundo gol, de penalti, para cerrar la goleada local.

El atacante de Costa de Marfil compartió protagonismo con Rayco. El canario participó en los tres goles del Nàstic. Asistió uno, marcó el segundo y provocó la pena máxima del tercero. Otra jornada en la que el futbolista de Las Palmas resultó decisivo.

Rayco actuó por todas las zonas del ataque. Empezó de mediapunta, la lesión de Giner (a los 16 minutos de partido) hizo que Moreno le recolocara en la banda derecha, cambió de banda en la segunda mitad para finalizar el duelo de nuevo detrás del delantero centro (Azkorra).

De sus botas nació el primer tanto del partido. Se desmarcó para que Mossa le pusiera el balón al espacio y centró la pelota que Lago remató en el segundo palo. En el 80’ anotó su noveno tanto de la temporada, al peinar un centro de Xisco Campos. Y cinco minutos después fue derribado en el área cuando iba derecho a portería.

La jugada del penalti fue brillante. Con Marc Martínez y Sergio Rodríguez haciendo un rondo con los jugadores valencianistas en una baldosa entre exclamaciones de admiración del público grana que empieza a caer rendido al juego de su equipo.

Vicente Moreno retocó pocas piezas respecto a Alicante. Devolvió a Marí a la zaga, por Pol Bueso, y dio entrada a Giner en el lugar de Sergio Rodríguez. Pero ayer Marc Martínez y Cristóbal les costó carburar en los primeros 45 minutos. El rendimiento defensivo fue excelente, sin permitir ni un solo acercamiento al área de Reina. Tan sólo un disparo rebotado en Manolo que el meta andaluz rechazó a córner.

La lesión de Giner al cuarto de hora obligó al entrenador del Gimnàstic a retocar su esquema. Optó por Manolo Martínez para dotar de músculo a su equipo en un partido intenso pero sin ocasiones. La más clara una internada de Rayco que el canario no pudo rematar por falta de espacio. Marcos también buscó su gol con un disparo con rosca alto.

Con la entrada de Azkorra el equipo de Curro Torres –en la grada cumpliendo sanción– sufrió más. Se desordenó y ofreció espacios que los jugadores tarraconenses aprovecharon.

Marcos quería mantener su racha goleadora. Probó el gol de la jornada, tratando de sorprender al portero Jaume, adelantado, pero no cogió portería. Tampoco tuvo éxito en otro disparo que buscaba la escuadra. Los goles ayer los pusieron otros.

Como a todo buen entrenador, a Vicente Moreno le gusta acabar el partido sin encajar un gol. Pero, la relajación tras el 3-0 hizo que Maiki batiera a Reina. Un tanto que no rebajó ni un ápice la alegría del ‘nastiquer’ que ayer sí se dio un ‘gustazo’ con su equipo.