No fue sencillo para Mia Guasch asimilar que su carrera futbolística llegaba a su fin con solo 23 de años. En aquel momento formaba parte del Lleida Esportiu de la Segunda División B del que estaba llamado a ser el lateral derecho titular. Sin embargo, la rodilla izquierda le obligó a decir adiós a su gran pasión, al menos desde dentro del terreno de juego. El tarraconense tuvo claro desde un primer momento que quería seguir vinculado al fútbol y para ello se ha formado durante los últimos años.
Ahora, Mia Guasch es el segundo entrenador y el preparador físico del Juvenil A de la Fundació Fútbol Base Reus, además de responsable del área metodológica. Allí llegó hace dos años gracias a Marc Carrasco, primer entrenador de los rojinegros y quién no dudó en reclutarle para el proyecto: «A Marc Carrasco lo conozco desde que era juvenil de segundo año del Reus. Cuando subía a entrenar al primer equipo, él estaba allí y la verdad que siempre nos acogió y ayudó a mí y a mis compañeros del juvenil».
Lo cierto es que el tarraconense se ha formado con constancia y eso unido a su experiencia y juventud le convierte en uno de los técnicos con más futuros de la provincia. Más allá de su actual experiencia rojinegra, también puede presumir de haber estado vinculado al Barça: «En verano del 2018 me fui a Texas (Estados Unidos) con la escuela Barça durante un año. Allí aprendí una metodología nueva y muy enriquecedora. Aprendí una nueva manera de entender el fútbol».
En aquella etapa, el tarraconense fue primer entrenador de dos equipos de la escuela. Para él, ser la cara visible del banquillo es distinto a ser segundo entrenador, pero al lado de Carrasco está creciendo y se siente con autoridad dentro de la actual proyecto del Juvenil A del Reus: «El rol de segundo entrenador es diferente, pero también es cierto que Marc me está dando mucha libertad. Me siento libre y tengo autonomía».
Su experiencia culé le permitió comprender y agarrar ideas de una de las metodologías más potentes del fútbol actual, pero Guasch tiene claro que el fútbol a corto plazo va a premiar a los equipos completos por encima del resto: «El fútbol ahora no viaja a un estilo concreto. Los equipos cada vez serán menos reconocibles porque tendrán que dominar todo y los que solo se muevan en una sola filosofía estarán vendidos». A lo que añade: «Soy fan del juego de posición y de superar líneas mediante la asociación, pero eso no significa que el juego directo te dé más ventajas en ocasiones».
Su experiencia en los terrenos de juego es un aspecto que le ayuda a la hora de estar en un cuerpo técnico. El tarraconense sabe ponerse en la piel de futbolista y eso es una ventaja muy reseñable. «Claro que es una ventaja haber sido futbolista, pero no solo en cuanto a conocimiento, que también ya que tuve buenos entrenadores, sino sobre todo a nivel de gestión de grupos, ya que sabes lo que sienten los jugadores tanto dentro como fuera del campo», asegura el tarraconense.
Para Guasch, la gran diferencia entre ser jugador y entrenador está en el pensamiento individual y colectivo: «Yo como jugador era bastante egoísta, pensaba en mi beneficio en hacerlo yo bien y muchas veces eso primaba por encima del equipo, y como entrenador es todo lo contrario, piensas en que el grupo vaya bien por encima del resto».
Actualmente, el tarraconense está muy contento con sus distintos roles en la Fundació Base del Fútbol Reus, aunque reconoce que el mundo de la preparación física le está enganchando cada vez más: «Me estoy formando mucho y me está gustando tanto o más la preparación física que la parte táctica, no sé del todo bien para donde tiraré, pero lo que tengo claro es que tengo que seguir formándome».
Sobre su futuro a corto plazo, Guasch solo tiene claro que quiere vivir del fútbol: «No sabría decirte un reto a corto plazo, pero lo que si me gustaría es poder vivir a tiempo completo de esto. De momento, este año ya tengo un objetivo completo y atractivo como es organizar los patrones del juego de una escuela con el legado como la que tiene la Fundació Futbol Base Reus».