Reorientar el ocio nocturno en Calafell. Definir un nuevo modelo que debe atraer a unos clientes con más capacidad adquisitiva, pero que su vez buscan tranquilidad y calidad.
Con ese objetivo se preparará durante todo el año una hoja de ruta que marque las líneas a seguir, no sólo por los locales, sino también por parte del Ayuntamiento ya que para esa reorientación deberá de haber modificaciones urbanística y de uso de las principales calles.
El Ayuntamiento de Calafell ya ha mantenido una reunión con representantes de la asociación empresarial Calafell Nit, que agrupa a empresarios del ocio nocturno, para comenzar a recoger ideas y propuestas que permita reorientar con nuevos criterios.
El alcalde Ramon Ferré explica que en los presupuestos que deben aprobarse e las próximas semanas, se incluirá una partida para que una empresa desarrolle un plan de acción que permita definir un modelo de calidad.
Participación
Ferré señala que con toda probabilidad el plan estará ultimado a finales de año. En su preparación habrá procesos de participación ciudadana, del comercio local, de los propios empresarios del ocio y de los grupos políticos.
El alcalde señala que en la calle Monturiol, que concentra la oferta de ocio nocturno en el municipio, «se trabajo se hace mucho a nivel urbanístico, policial, educativo... pero hay unas problemáticas que persisten y no son únicamente el ruido». Se busca, según el alcalde, implantar medidas para un ocio saludable y respetuoso. Pero también con acciones «realistas».
En la primera reunión entre consistorio y empresarios del sector se planteó que debe buscarse «fórmulas imaginativas para reinventar el sector, renovar el público y adecuarlo al que queremos tener», en palabras del alcalde. «Hay que reinventarse».
Ideas
De momento se expusieron ideas que van desde un cambio en los horarios de cierre para no alargarlos hasta la madrugada con el objetivo de evitar desórdenes posteriores, cambiar los conceptos de locales que han predominado en los últimos años, renovar la calle y lucha decidida contra el botellón.
El cambio también es necesario porque en una última época han cerrado diferentes establecimientos de ocio nocturno, lo que afecta a la economía local. Hay locales que han quedado vacíos y desde el sector señalan que puede ser una oportunidad para planificar un nuevo modelo que según las experiencias en otros municipios resulta más beneficioso y tranquilo.