En 1992 hacía apenas tres años que Salou se había convertido en un municipio independiente. La ciudad ya contaba con una sociedad muy viva y con un tejido asociativo inquieto que poco a poco empezaba a configurarse bajo la nueva identidad propia. En este contexto nacía el Coro Vasco Ama Lur (Madre Tierra en euskera), una de las primeras formaciones corales de Salou que este año conmemora su 30º aniversario.
Para celebrarlo, la entidad recuperará su concierto anual tras dos años sin poder celebrarlo por la pandemia. Como es tradición, el recital se celebrará en la Iglesia Santa Maria del Mar el primer sábado de julio, el día 2. Antes, el coro tiene otros compromisos y el 21 de mayo actuará en el cierre de Congreso del Club Rotary que se celebra en el Teatre Auditori de Salou. Además, también tiene previsto participar en un intercambio con la coral de Villava (Navarra) y, en junio, se desplazará a un encuentro coral a favor de la restauración de la Iglesia de Santiago de Sigüenza (Guadalajara).
«Uno de los compromisos del coro es estar en todos aquellos actos de carácter social o solidario que organicen otras entidades o el ayuntamiento», explica Roberto Rodríguez, que forma parte de la entidad desde su fundación y la preside desde hace 20 años. Dentro de esta misión social, el Coro Ama Lur ha participado en los últimos años en varios recitales en la parroquia de Sant Francesc de Tarragona para conseguir fondos para la restauración del templo.
Los orígenes del coro
En los años 80 se instalaron en la Costa Daurada un numeroso grupo de trabajadores de las empresas químicas que llegaron con sus familias desde el País Vasco. Fueron varios compañeros de trabajo y otros amigos que también se habían desplazado por motivos laborales los que fundaron, en 1992, el Coro Vasco Ama Lur. Los orígenes del coro están estrechamente ligados al antiguo Centro Vasco de Salou Txoko Lagun Artea, desaparecido hace unos años. Varios de aquellos vascos que llegaron a Salou y que se reunían en el txoko para mantener el contacto con su tierra empezaron a cantar música vasca. Poco a poco, pasaron a exhibir esas canciones fuera y a moldear la idea de crear un coro.
De este modo importaron a Salou la tradición vasca del Agate Deuna, saliendo a las calles a cantar en la víspera de Santa Águeda, el 4 de febrero. Lo hicieron varios años en Salou, Cambrils, Reus, Vila-seca o Tarragona y así conocieron a Patxi Maritxalar, un tarraconense con raíces vascas que se convirtió en el primer director del coro.
En sus primeros años, el Coro Ama Lur contaba con una quincena de miembros y ensayaban en la antigua Escola Elisabeth. «Tuvimos que empezar desde cero aprendiendo solfeo. En abril de 1993 dimos nuestro primer concierto en Constantí y, a partir de ahí, ya no paramos», recuerda el presidente. 30 años después, el coro cuenta con una treintena de miembros y más de 300 conciertos a sus espaldas, con actuaciones por toda Catalunya, pero también en localidades del País Vasco, Aragón, Valencia, Castilla-La Mancha, Murcia o Andalucía.
Una de las características del Coro Ama Lur, integrado desde el 1998 en la Federació Catalana d’Entitats Corals (FCEC), es que cuenta únicamente con voces masculinas a capela —tenores 1º, tenores 2º, barítonos y bajos—, un tipo de formación que es muy habitual en el País Vasco, pero que no abunda en Catalunya. En cuanto al repertorio, el grupo tiene las canciones en euskera como sello de identidad, pero también interpreta obras en castellano o en catalán y ha ido incorporando canciones de raíz sudamericana así como de Europa Central.
Actualmente, una docena de los fundadores continúan cantando en el coro, que a lo largo de estas tres décadas ha ido modificando su composición con la integración de miembros de diferentes procedencias. Hoy, el grupo cuenta con 31 voces y desde el 2008 está bajo la dirección del músico polaco afincado en Tarragona Piotr Issel. Cada lunes, ensayan en el Centre Cívic de Salou y animan a todos los que tengan inquietudes musicales y ganas de pasarlo bien a que se acerquen a participar.
