El sector turístico de la Costa Daurada ha cerrado la primera Semana Santa después de la pandemia superando las expectativas iniciales de recuperación de la actividad. Según la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona (FEHT), la ocupación se ha situado estos días en un 85%, con establecimientos que han tenido que colgar el cartel de completo entre el pasado jueves y este lunes. Además del habitual turismo familiar, los numerosos acontecimientos deportivos que se organizan estas fechan han permitido superar la cifras del último año antes del Covid.
«Hemos recuperado ocupaciones de 2019 e, incluso, las hemos superado. Hemos tenido una Semana Santa con ocupaciones muy altas. Estimábamos un 80% y, seguramente, llegaremos a un 85% de ocupaciones medias», aseguraba ayer en declaraciones a la ACN la presidenta de la FEHT, Berta Cabré. Especialmente importante ha sido el nivel de actividad durante la segunda parte de esta Semana Santa, la que mayores niveles de ocupación registra tradicionalmente y con muchos alojamientos que han tenido que colgar el cartel de completo.
La ocupación en esta primera campaña importante del 2023 ha sido alta en todas las tipologías de alojamiento, tanto hoteles, como campings y apartamentos turísticos. En este sentido, además, el sector contaba este año con más plazas disponibles que en el año previo a la pandemia, lo que se traducirá en un registro mayor de pernoctaciones. Como es habitual, campings y apartamentos han ofertado el 100% de sus plazas ya esta Semana Santa, mientras que ha abierto el 75% de la planta hotelera de la demarcación. Estos establecimientos ofrecen unas 42.000 plazas de las más de 61.000 disponibles, lo que supone un 25% más respecto al 2019.
Los empresarios del sector ponen en valor el impulso de la organización de actividades deportivas como un elemento clave para estabilizar y romper la dualidad de la actividad dentro de esta misma semana y, sobre todo, la estacionalidad a lo largo de todo el año. Según Cabré, esta oferta ha aportado más de 30.000 personas a los establecimientos hoteleros de la zona, incrementando de forma notable el nivel de ocupación de la primera parte de este periodo festivo, habitualmente más floja.
Además de superar en cifras de ocupación al 2019, este año también han abierto más establecimientos
Entre muchos otros, se han celebrado torneos de fútbol formativo como la Mare Nostrum Cup, el Mundialito o la Costa Daurada Cup, que atraen miles de familias, pero también eventos de otros deportes como la Mare Nostrum Cup de balonmano, el Campeonato de España de selecciones autonómicas de minibásket o el Cambrils DanceSport de bailes deportivos.
«Además, es un turismo complementario y que puede convivir perfectamente con el familiar. Lo tenemos durante las vacaciones de verano y muchos días del año, pero si queremos trabajar 365 días al año tenemos que buscar alternativas de producto. La deportiva es una de ellas, del mismo modo que trabajamos el cultural, gastronómico, de eventos o de ocio para ir complementando», subraya.
La planificación de una vuelta avanzada para evitar las retenciones al área metropolitana de Barcelona, de donde proviene un grueso considerable de los clientes que visitan la provincia estos días, está condicionando los hábitos de algunos visitantes, reconoce Cabré. Aun así, el nivel de actividad sigue siendo alto este Lunes de Pascua, gracias también al hecho de que se trata de un día festivo también en otras comunidades de España que son de los principales mercados emisores como Navarra, el País Vasco o La Rioja.
El turismo rural en el Ebre se acerca a la plena ocupación
En las Terres de l’Ebre, las cifras de ocupación esta Semana Santa también han sido ligeramente mejores de lo previsto. «La ocupación la primera parte de semana ha sido baja. A partir del Jueves Santo se ha incrementado un poco y hemos llegado al 90%», certifica el presidente de la Associació de Turisme Rural de les Terres de l’Ebre (Aturebre), Juanjo Bel. La actividad al principio de la semana se movió en cifras bajas, alrededor del 20%. En este sentido, Bel remarca que la tendencia cada vez más habitual de los clientes de reducir de cuatro a tres el número de pernoctaciones en Semana Santa ha evitado que se lograra el pleno total. «O bien han venido el viernes o se han marchado el domingo», señala.
