Quédense con estos tres nombres: David Siurana y Víctor Royo, de la Escola Superior d’Hostaleria de Cambrils. Y Llum Oliva, de la Escola Superior d’Hostaleria de Lérida. Porque el día 7 de mayo puede ser el día en el que uno de ellos comience su camino al estrellato. Porque ese día, puede que uno de ellos se lleve el honor de ser proclamado mejor estudiante de cocina de toda Catalunya.
Muy bien, todo muy bonito, pero ¿y eso por qué? Pues porque David, Víctor y Llum fueron los ganadores de la segunda semifinal de los Premis Gastronòmics Josep Lladonosa que ayer se celebraron en el Auditori Josep Carreras de Vila-seca (la primera se disputó en Barcelona entre las jóvenes promesas de la provincia de la ‘ciutat Comptal’ y Girona). La gran final, como no podía ser de otro modo, se celebrará el 7 de mayo en Les Borges Blanques, el municipio impulsor de este premio bajo su marca de promoción del aceite virgen extra de oliva ‘Capital del aceite’.
Fue una mañana de muchos nervios, de esos que, nunca mejor dicho, se te meten en el estómago. La tensión se podía casi acariciar en el ambiente. En esta semifinal de la masterchef de los alumnos catalanes de cocina, los cinco que participaron en el certamen tenían 2 horas para elaborar una showcoocking en la quue tenía que haber apertivos, un plato de elaboración gastronómica y un servicio de sala. Y luego, los evaluaban eminencias de la cocina tales como, ni más ni menos que Eduard Xatruch, del restaurante ‘Disfrutar’ de Barcelona (Dos Estrellas Michelín), Pep Moreno, del ‘Deliranto’ (Estrella Michelín), Vicens Guimerà, del ‘L’Antic Molí’ de Ulldecona (Estrella Michelín) y Ferran Cerro (Sol Repsol). No por menos, por mucha comida que ayer se cocinara en el Auditori Josep Carreras, al menos a los concursantes se les tenía que cerrar el estómago.
La figura de Josep Lladonosa
Los Premis Gastronòmics Josep Lladonosa nacieron en el año 2021 como homenaje a la figura del cocinero catalán Josep Lladonosa y Giró (1938), una figura capital de la cultura gastronómica mediterránea con numerosas distinciones (entre las cuales la Creu de Sant Jordi), por su ingente tarea de investigación y documentación histórica sobre la cocina catalana.
En la final, los concursantes optan a tres premios. En primer lugar, el de cocina, que tendrá el galardón que lo acredita como tal y un premio de un año de prácticas en el restaurante ‘Cocina Hermanos Torres’ de Barcelona, además de recibir, su escuela, un lote de productos de los patrocinadores. El segundo, el premio sala, que recibirá lo mismo que el anterior, pero sin el lote de productos. Y finalmente, el premio social, que recibirá el galardón acreditativo y 3 meses de prácticas en el restaurante ‘Deliranto de Salou’.
